Abrí lentamente mis párpados, la claridad se asomó, mi cabeza dolía, visualice el rostro de Aaron y sonreí.
- ¡Preciosa! Al fin despiertas. - Lo miré con confusión.
- ¿Que-que me pasó?
- Te desmayaste.
- ¿¡Que!? - Prácticamente grité. - No puede ser, eso no, no es posible, no.
- Cariño, relájate, te dolerá la cabeza.
- ¡Ya me duele! - Grité eufórica.
- Entonces, por más razón, deja de gritar. - Dijo con voz normal, pero también con autoridad. Lo fulminé con mi mirada y rodé los ojos.
- Te odio, Aaron.
- No amor, tu me amas. - Tenía razón, ¿Como no amarlo?
- Bueno, si, pero a veces si te odio.
- Odio con amor. - Guiñó su ojo. Nuevamente rodé los ojos.
Horas después de haber estado en el parque de diversiones, llegamos a mi apartamento, por mi dolor de cabeza decidimos cancelar la cena al aire libre, no quería, pero como el es un necio, no fuimos a nuestro último lugar del recorrido. Me puse unos pequeños short y una camisa larga de mi hermano que me llegaba a las rodillas, salí de mi habitación y me recosté en el sofá con Aaron, mi cabeza en su pecho.
- Te ves tan linda con camisas de hombres.. - Besó el lóbulo de mi oreja. - Pero más con las mías. - Me sonroje.
- Te amo Aaron. - Susurré en bostezo.
- No que me odias. - Como pude le pegué en su brazo.
- Cállate, o te saco a patadas de aquí. - Gruñí.
- Yo también te amo, preciosa. - Asentí y me dejé llevar por el sueño.
******
Estúpidos y malditos lunes, los odio, pero lo que más detesto es tener que levantarme todos los pinche días temprano, aguantar el pinche frío mañanero, bañarme con una pinche agua helada, ¿Porque no nos pasan y ya? Si, me gusta aprender, soy inteligente, no es que saqué excelentes notas pero no es que sea cabeza hueca, pero no implica que tendré una sonriente sonrisa cuando vaya al colegio, eso es de nerds, no de Emma.
Para agregar más odio a este día, Aaron no pudo llevarme, tuve que manejar y mi paciencia de por si es pésima ¿Se imaginan como es cuando me levanto temprano y tengo que ir al colegio? Exacto, peor que pésimo, no entiendo porque quiénes conducen aprietan a cada rato la jodida bocina, no ven que aunque jodan con esa cosa no harán que los jodidos autos de enfrente se muevan, si hay fila, ni modo.
Estando ya en el colegio, luego de horas eternas en mi auto, entré y me senté, a mi lado izquierdo Chase con su celular y al otro Sam echándose labial.
- Uh, hola Emma. - Me saludó Chase.
- Hey.
- ¿Que tal?
- Mal, quiero estar en mi cama. - Dije enojada.
- Se mejorará el día, ya verás, linda. - Le eché una mirada mortal.
- ¿Linda? Quieres mi puño en tu cara?
- Oh vamos Emma, solo es un cumplido. - Rodé mis ojos.
La horas de clases pasaron de volada, gracias a Dios, ya no aguantaba un minuto más. Salí y entré a mi auto, antes de conducir me cayó una llamada, fruncí el ceño y contesté.
- ¿Es usted Emma Pierce?
- Si ¿Quien habla?
- Del hospital, ¿Conoce a Aaron Whine?
- Si, ¿Que pasó con el?
- El ha tenido un accidente de moto, solo su nombre dice, para saber más venga aquí a nuestro hospital.
Me quedé estática, no hablaba, no parpadeaba, ni respiraba bien, no pensé más y conduje como loca hacía el hospital, no podía creer, no Aaron, el no, el tiene que estar bien.
ESTÁS LEYENDO
Living With Him ©
RomanceQuien diría que cinco palabras me cambiarían la vida. "Te quedarás con el vecino" Aún recuerdo esas palabras salir de la boca de mi madre, no me lo creía y pensaba que sería de lo peor, pero fue lo mejor que me ha pasado. • No Se Aceptan Copias •