XIV. Seguridad

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"Los miedos se enfrentan y los idiotas se superan porque no hay nada a parte de su idiotez que no se pueda superar"

—Idiota, soy un idiota por hacerte caso —dijo Flinn incomodo encima mía.

—Lo sé —lo miré a los ojos —. Mira el lado bueno, al menos tú no tienes un elefante encima y debajo tuya excremento de bebé.

—¿Excremento de bebé? Se llama popó de bebé —me corrigió.

—Bueno, pues al menos tú no estás encima de popó de Flinn digo de bebé, bueno es lo mismo —reí.

—¿Estás muy graciosa no?

—Sí pequeño cómplice de robo.

Antes de que pudiéramos seguir con la conversación escuchamos un ruido, era el de gemidos y rápidamente hicimos muecas de asco y comenzamos a reír.

Flinn decidió interrumpir el "momento" y salió del cubo de basura pensando que ya estaríamos a salvo. Yo rápidamente me levanté y encontré a Connor con una chica contra la pared.

Estos dos tuvieron una reacción muy extraña, primero se asustaron y gritaron con todas sus fuerzas, luego nos miraron como si nosotros fuéramos los locos y tercero comenzaron a fulminarnos con una mirada totalmente fría y neutra por interrumpir su sesión de sexo.

—Chico hay que intentar mantener las manos fuera de sus pantalones, al menos hasta llegar a casa —Flinn les guiñó el ojo y yo abrí los ojos sorprendida mientras me colgaba mi mochila en el hombro derecho —. Aunque veo que es muy complicado para ti por lo que parece.

Yo rápidamente comencé a toser de la risa contenida y a Connor prácticamente le salía humo de las orejas.

—Yo al menos tengo a quien besar —me miró como si me conociera —, y no entiendo que hace Paula con un perdedor como tú.

Eso me sorprendió ¿Estaba llamándome "no perdedora"? Espera acababa de insultar a Flinn y esta vez no podía permitirlo, a partir de ese momento tenia que encargarme del siguiente punto de la lista.

Mandar a todos a la mierda.

—Paula anda con quien se le da la gana —hablé en tercera persona interrumpiendo el tartamudeo de Flinn al darse cuenta de que me conocía —. Y en todo caso el perdedor eres tú, que no puedes estar ni 5 minutos sin follar. Y este chico no es ningún perdedor, es mi novio —dije lo último sin pensar mientras pasaba una mano por la espalda de flinn y le pellizcaba, ese era nuestro código de "Sígueme la corriente".

—¿Perdona? —dijo indignado.

—Perdonado, ahora Paula y yo nos tenemos que ir —le dijo Flinn mientras me cogía de la mano dulcemente —que te vaya bien con él y no olviden usar condón, no queremos minis-idiotas corriendo por ahí y menos que termines contagiada de herpes —miró a la chica con lastima mientras le guiñaba un ojo.

Después de salir de aquel oscuro y frío callejón comencé a reír como una loca, luego comencé a llorar mientras Flinn hacía lo indicado, me abrazaba.

—¿Qué pasa muñeca? —me preguntó preocupado mientras acariciaba mi espalda y yo respiraba el perfume de su camiseta ahora mojada con mis lágrimas —. Déjame adivinar, ese era el famoso Connor.

—Sí y lo que me sorprende es como lo encaré —sonreí mientras comenzaba a reír de nuevo como una maldita bipolar.

El comenzó a reír conmigo mientras se agachaba diciéndome que me subiera a sus hombros ya que el era mucho más alto que yo.

Fue en ese momento que me di cuenta que si Flinn no hubiera estado allí conmigo, junto a Connor, yo me hubiera callado. Porque junto a Flinn me sentía más segura.

Ya encima de sus hombros y él con mi mochila en sus manos comenzamos a caminar riendo al ver como la gente nos miraba raro o algunos con... ¿Ternura?

—Acabo de recordar algo pequeña —Flinn se detuvo —. ¿Así que soy tu novio?

Yo rápidamente comencé a toser maldiciendo internamente porque fuera tan malo como para recordarme eso.

—Sí, tienes una novia muy guapa llamada Paula —besé su mejilla bromeando y pude ver como el color de sus mejillas aumentaba —¡Estás rojo! —comencé a gritar mientras reía y bajaba de sus hombros.

—No lo estoy —dijo aún más rojo.

—Sí lo estás —me acerqué un poco a él.

—No lo estoy —se acercó también .

—Lo estás querido novio —dije graciosamente al tenerlo a centímetros de mi y pude ver como sus mejillas volvían a aumentar color.

Rápidamente me alejé, yo no le podía hacer eso. Yo no podía enamorarme de él o él de mi. No podía.

Yo tenía todavía pensando irme y no quería que sufriera por una persona tan cobarde como yo. Tenía que dar un paso atrás y poner distancia entre los dos.

Era lo mejor, él se merecía a una chica guapa, inteligente y que no fuera una estúpida y cobarde que tenía pensado seguir su plan al pié de la letra.

Una idiota que tenía pensado acabar con su vida.

Hola personitas que me leen.

Espero este capítulo les haya gustado, si es así comenten u voten.

Una pregunta:
¿Alguna vez han estado en la friendzone?

Besos, espero sus comentarios e.e

Muñeca rotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora