Muñeca rota

XVI. Lo que quiero

"Nada debe impedir lo que quieres.sí es así, exterminalo ".

¿Sabéis esos días en los que os despertáis con un entusiasmo inmenso? ¿Un entusiasmo que ni el peor villano de tu vida puede apagar? Pues así me he levantado yo.

Abrí los ojos, mirando a Flinn, yo tenia mi cabeza en su pecho y era lo mas relajante del mundo, podía escuchar su pausada respiración. Intentando no moverme para no despertarlo empecé a jugar con sus rizos pelirrojos.

Me tomé el tiempo de pararme a mirarlo detenidamente, pelirrojo con unos labios carnosos, bajo esos labios se encontraba una gran sonrisa y unos párpados que escondían unos hermosos ojos marrones.

Mientras le seguía mirando, él adormilado y al parecer en un sueño me abrazó por la cintura haciendo que quedara debajo de él y mi corazón comenzara a palpitar intranquilo.

Su respiración chocaba contra la mía y yo solo podía ver sus labios, a tan solo centímetros de los míos. Rápidamente intenté salir de debajo de sus brazos pero no supe hacerlo ya que el acabó en el suelo conmigo sobre él.

Abrió los ojos sorprendido y yo también súper sonrojada, hasta que sentí un bulto debajo mío y mis mejillas estaban más rojas aún.

—Flinn, dime que no es lo que estoy pensando —dije apretando los ojos con fuerza sin poder moverme de encima de él.

—Soy un chico, es normal que me despierte así —dijo riendo súper sonrojado.

—Mierda, creo que... ¡Me voy a duchar! —dije levantándome torpemente y poniendo una mano sobre su pecho.

—Esto... ¡Yo me voy! —se levantó mientras pasaba una mano por su pelo como solía hacer siempre que estaba nervioso.

Escuché como la puerta se cerraba a mis espaldas y solo podía darme cabezazos contra la cama.

Luego de ese "raro" momento me duché y preparé la ropa ya limpia en mi mochila para cambiarme en algún baño público, no quería que nadie se preguntara de donde había sacado el dinero para comprar aquello.

Ya de camino a mi amado instituto entré en un baño público y me puse el pantalón corto que había cogido, la camiseta y una chaqueta de cuero junto con mis viejas converses.

Me miré al espejo de aquel baño y le faltaba algo a mi estilo... justo en ese instante entró una chica de más o menos mi edad, rubia, pero con un estilo de "soy mala, no te metas conmigo".

Ella me miró mientras yo intentaba hacer algo con mi pelo y comenzó a reír.

—¿Alguien quiere un cambio de look? —dijo mirándome con una sonrisa.

—Créeme que sí —dije siguiendo mi plan de hoy, decir todo lo que pensaba.

—Déjame y te ayudo —se acercó y de su mochila sacó un delineador negro, un rímel, un pintalabios Rosa claro y un peine.

—No me eches demasiado —dije viéndola asustada y ella solo río.

Comenzó a maquillarme mientras yo la miraba de manera insegura.

Cuando terminé y me miré al espejo abrí los ojos sorprendida, pensando en que esa no era yo.

Mis simples ojos marrones, se veían brillantes y mi pelo el cual estaba peinado de lado no parecía un gran desastre.

Estaba irreconocible.

—Guau gracias —le dije sin poder evitarlo —¿Cómo te llamas?

—Aria ¿Y tú?

—Paula.

—¿Y para qué el cambio de look?

—Vengarme de algunos idiotas.

—Oh, chica vengativa, eso me gusta ¿Te ayudo?

—Claro que sí —sonreí sinceramente.

Hoy sería el día en el que diría todo lo que pensaba y nada podría arruinarlo.

Al llegar al instituto entré en clase de historia un poco tarde.

—Llega tarde —dijo mirándome severa.

—Vamos, son solo unos minutos y además es la primera vez que llego tarde, no es para tanto —me obligué a mi misma a decir lo que pensaba.

—Pase y procure callar.

—Si lo que usted diga —. Susurré sentándome atrás de todo y sintiendo miradas en mi, las cuales ignoré.

holaaaaaa, estoy super feliz.... ¡¡¡¡1000 me gustas!!!!

espero que este capitulo les guste, aunque haya sido un capitulo de relleno, ya van a ver lo que pasará en el siguiente (carita malvada), intentaré subirlo pasado-mañana.

chaooooo y perdonen que sea tan corto.

besossssssss