XX. No dejes que ganen.

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—¿Podrías explicarme esto? Porque la verdad no logro entenderlo —me miró con pena.

—Deja de mirarme así —apreté mis ojos con fuerza.

—¿Así cómo?

—Con lastima, pena...

—No paula, no te miro de esa forma. Te miro decepcionada, no puedo entender como alguien como tú puede hacerse daño de tal forma.

—¿Alguien como yo? ¿Alguien llena de defectos?

—No, amiga mía... todos tenemos defectos y eso no es razón para hacerse daño.

—Para mi sí.

—Dios, es que eres tan tonta —gritó —¿Vas a dejar ganar a los demás tan fácilmente? ¿Osea que por lo que digan los demás te vas a hacer daño? La verdad Paula, te creía más fuerte.

—¿Más fuerte? ¿No me ves? Soy demasiado débil, me han hecho demasiado daño en mi vida, me han maltratado, abandonado en un orfanato y muchas cosas peores.

—¿No te das cuenta? ¡Te estás justificando! Y eso no tiene justificación, si te haces daño dejas que todos los demás ganen ¡Entiendelo! No vale la pena.

—No me entiendes, ese es el problema.

—Siéntate ahora mismo —me miró seria y eso hice —he sufrido más de lo que te imaginas...

—Cuéntame —mordí mi labio intentando no llorar.

—Vivo en una casa hogar, lo cual no es lo mismo que un orfanato —bajó la cabeza —mi padre abusaba de mi y mi madre miraba todo y no hacia nada para pararlo. Yo solo me callaba y lloraba todas las noches cruzando los dedos para que eso no se repitiera.

"Era difícil ver como tu madre no hacía nada para protegerte. Después de un tiempo mi padre pasó de abusar de mi a también pegarme, llegaba al instituto con moretones y nadie sabía porqué era.

Hasta que un día una amiga se dio cuenta de lo que pasaba y denunció a mi padre ¿Sabes lo que hizo mi padre cuando vinieron a buscarlo?

Puso un arma en mi cabeza, en la cabeza de su hija, y amenazó con matarme.
Pero ese día a quien mató no fue a mi, sino a mi madre, quien intentó protegerme ".

—Lo-o siento —tartamudeé sin poder creérmelo.

—No lo sientas, al contrario, eso me hizo fuerte. Pero, ¿Sabes qué? Nunca me hice daño porque sabía que haciéndolo dejaría que él ganara, si me suicidaba el ganaba.

Capítulo corto, lo sé. Más tarde subo el siguiente.

Espero les guste. No olviden votar u comentar.

Muñeca rotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora