XXXI. Lucha

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Salí de la habitación de Darcy con la dignidad por los suelos, me sentía tan humillada y tan impotente...

—Espero que algún día puedas volver a amar, me das lastima —la miré seriamente y después me dirigí fuera del orfanato.

Seguía lloviendo pero era lo que menos me importaba, al menos sabía que mi madre me había querido.

—Paula, espera —gritó Darcy detrás de mi.

—Es domingo, se supone que puedo salir —la miré confundida.

—No es eso, te quería dar esto —me dio un sobre que parecía que había sido abierto.

—¿Qué es esto? 

—Ábrelo —me dijo y se alejó, comencé a caminar hacia el árbol de ayer y abrí el sobre con el corazón a mil por hora.

Querida Paula:

Espero que al menos ese sea tu nombre, sé que tendrás que tener muchas preguntas sobre mi. Y lo siento mucho, siento no poder estar junto a ti en este momento, de verdad que lo siento.

Solo quería lo mejor para ti, di mi vida por ti.

Espero que tu vida pueda ser la más buena posible, que no sufras por idioteces sin sentido y sobre todo que disfrutes de la vida, porque solo hay una.

Nunca mires atrás y lo más importante de todo... ¡Nunca te rindas!

Quiero que luches por lo que te mereces, que es lo mejor, quiero que le demuestres a todos que puedes ser lo que tú quieras. 

Y por último, nunca te debe importar lo que la gente piense de ti, yo no viví mi vida por esa razón y espero que tú si puedas vivir la tuya.

El nombre de tu padre es: Alexander Foster. Te lo digo por si quieres saber algo de él, aunque te aconsejo que no lo busques. 

Lucha por lo que quieras y jamás te rindas.

Te amo.

<<ay mamá, estarías tan decepcionada de mi >> miré hacia el cielo con lágrimas en los ojos .

Muñeca rotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora