XXI. Casualidades e imposibilidad

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¿las casualidades existen? 

No... no logro entender cómo pude encontrarme a alguien que había pasado cosas peores que yo.

Después de aquella charla me fui directa al orfanato mientras pensaba en todo ello.

—Hola paula —me dijo Flinn al verme entrar al comedor.

—Hola —dije sonriendo y sentándome.

—¿A que no sabes qué?

—Claramente no sé —miré mal a Flinn.

—Bueno, pues vino Connor a buscarte.

—¿Qué? —abrí los ojos sorprendida.

—Sí, preguntó por ti. Aunque no entiendo como sabe que vives aquí ¿Para que vino a buscarte?

—No... no lo sé.

—¿Qué pasó hoy Paula?

—Nada —me levanté bruscamente de la mesa.

Y me dirigí corriendo a mi habitación, me tiré a la cama y me quedé unos minutos con la cabeza hundida en ésta hasta que sentí como alguien se sentaba junto a mi.

—¿Me contarás?

—Me besó Flinn y me dejó en ridículo delante de todos.

—Ese imbécil me las va a pagar —sentí como se levantaba de mi cama y comenzaba a dar vueltas por toda la habitación.

—No pasa nada tonto —me levanté y lo abracé sintiendo que era eso lo que realmente llevaba necesitando en todo el día.

—No sabes cómo me encantaría poder ir al mismo instituto que tú pequeña, en momentos como estos odio a Darcy.

—Y yo —dije recordando.

" —Queremos ir al instituto —Dijimos Flinn, Sharon y yo al mismo tiempo.

¿Para qué? preguntó Darcy.

Queremos estudiar —dije obviamente.

Miren pequeños mocosos, por mucho que estudien jamás serán alguien en esta sociedad, no serán nadie sin dinero.

Me da igual, nada es imposible —dije nuevamente.

¿De quién fue esta estúpida idea? —preguntó haciendo que se produjera un gran silencio y finalmente levantara mi mano —. Bien, irán al instituto.

Todos comenzamos a saltar de felicidad y a planear lo que haríamos juntos allí.

Paula —interrumpió nuestros planes —irás al instituto más cercano, el instituto Andrews.

¿Solo Paula? —preguntó Sharon.

, y ustedes dos irán al que está cerca a ese —dijo haciendo que mis ánimos bajaran completamente.

A pesar de lo mucho que discutimos con ella, lo único que conseguimos fue un castigo. "

Muñeca rotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora