Love Race (Marc Márquez)

" Capitulo 1: Donde todo comenzó"

Mi padre fue quien hizo que me gustaran las carreras de motos desde pequeña porque era la única que lo acompañaba a esos lugares de tanta adrenalina, siempre las vi con él por televisión para hacerle un poco de compañía bueno en realidad viendo todos los deportes, pero un día mientras miraba la televisión con él, una categoría de todas esas carreras me gusto, las llamadas motos GP, las más importantes mundialmente.

Ahora, simplemente soy una señorita que no mide más de un metro sesenta y cinco, tengo veintidós años obsesionada con las motos aunque apenas practique con ellas, de cabello castaño oscuro, ondulado y de ojos marrones casi llegando a negros. Hace poco me recibí con el título de maestra de niños pequeños, es cierto no tiene ninguna relación con las carreras pero tal vez en algún momento pueda servir.

No podía dejar de verlas, sin duda eran muy emocionantes que decía que me gustaría ser una piloto para estar más cerca de ellos pero era solo un sueño, cada vez que podía practicar le robaba la moto a mi hermano mayor cuando íbamos al campo; pero en aquel instante me pegué a la pantalla de la televisión ya que solo un joven en ese momento me llamo la atención, el de la moto Repsol naranja con el número noventa y tres en frente. Le pregunte a mi padre algo curiosa señalándole con el dedo, quien era ese chico de cabello negro y me dijo que se llamaba "Marc Márquez" y allí fue cuando quise saber más de él.

Una oportunidad se había presentado, mi padre había llegado a casa con un par de entradas para esas carreras en la ciudad vecina, fue una sorpresa para mí ya que no quedaba tan lejos bueno solo a una hora, realmente estaba emocionada que comencé a saltar por toda la casa mientras cantaba de la emoción, no podía esperar más tiempo para ver a aquel chico correr.

Cuando llegó el día preparé un bolso con poca ropa porque serían pocos días, apenas nos alojamos en el hotel fuimos en bus al circuito, por suerte habíamos llegado de mañana que apenas pise aquel lugar quede impactada al ver semejante pista y todo nuevo ya que hace no mucho había sido inaugurada, el rojo se destacaba en el lugar junto al azul y el blanco, era un sueño hecho realidad y lo mejor de todo era que podía verlo con mis propios ojos, esa moto, ese joven por el cual deseaba ver su rostro, en ese momento pensé que mi pequeño sueño se había hecho realidad aunque los dos éramos de mundos diferentes a pesar de haber nacido en el mismo año aunque me llevaba unos cuantos meses de ventaja, era una desconocida para él, era algo ciertamente imposible.

Los días de clasificación habían pasado que el noventa y tres se había quedado con la pole position. Pronto llego el tercer día donde se definiría todo, las gradas llenas de personas que daban su apoyo a diferentes corredores, Marc y Valentino siempre eran los más importantes, cantos e incluso insultos que me hacían reír mientras esperaban que comenzara.

Realmente todos estábamos nerviosos en las últimas vueltas pero sin duda mis esperanzas iban hacia a él a pesar de que no podía verme a lo lejos ni tampoco a mi cartel, el clima lo había favorecido ya que había llovido un poco y la pista se había mojado, pero como en aquel lugar el tiempo era impredecible debían cambiar de moto, Marc lo hizo primero en un cambio "flag to flag", su moto estaba perfecta para ganar la carrera mientras otros caían. El de la moto noventa y tres había ganado seguido de su rival italiano, cuando paso a saludar a sus fans por la pista le correspondí con alegría moviendo mi mano de un lado a otro para después verlo por una pantalla donde le entregaban su premio, en ese momento me dije "mi sueño se terminó" para luego seguir a mis padres y salir del lugar, me sentía feliz.

Faltaba un día para que volviéramos de nuevo a mi ciudad. Con mis padres esa noche salimos a recorrer el lugar, viendo tiendas donde se podía encontrar lo que uno buscara, la plaza con grandes árboles, una fuente de mármol y luces de colores, incluso había muchas motos alrededor del lugar casi ocupando las mismas veredas del casino que había en frente, todos tomaban fotografías, había muchas personas que venían de otros países que algunos idiomas ni los llegaba a entender y mucho ruido; pero en un momento de distracción un joven choco conmigo y me llevo por delante que casi caía al suelo, logré sostenerme con un poco de fuerza.

- ¡O-oye ten más cuidado!- dije bastante enojada ya que todos en aquel lugar empujaban como locos que apenas se podía respirar, entonces el chico con unas gafas negras a pesar de que no había sol y una gorra de marca se volteó a decirme.

- Lo siento, no fue mi intención- dijo con una voz suave y baja pero bastante masculina, mientras iba acompañado de otros hombres más corpulentos que él que me miraron bastante feo por mi reacción, otro joven que era un poco más alto que él lo acompañaba, en ese momento pensé que éramos de la misma estatura con el muchacho que había tropezado pero después no le di tanta importancia. No había pasado tanto tiempo que una extraña repercusión estaba sucediendo en la plaza principal, aquel joven era el mismísimo Marc Márquez que había salido a recorrer esa enorme plaza y sus alrededores antes de partir a su próximo destino, lamentablemente su paseo de esa noche no duro mucho ya que unas fans lo habían descubierto, con mis padres nos volteamos a ver pero para mi suerte no logré ver tanto entre el inmediato amontonamiento de personas, los grandulones intentaban protegerlo así como sus amigos, que aprovecho la multitud para escabullirse mientras los fans gritaban el nombre de su hermano Alex, no había podido escapar como su hermano mayor; lo único que yo no sabía en ese momento es quienes eran en realidad que solo me puse mis auriculares para escuchar música que no escuche el nombre de los chicos.

Seguí viendo al frente con mis padres al caminar hasta que el mismo joven del principio choco conmigo nuevamente, esa vez si me hizo enojar, pero en ese mismo instante no me dejo terminar el insulto que me tomó de la mano y me llevó con él alejándome de mis padres que quedaron sorprendidos, salimos corriendo a una gran velocidad, no llegué a sentir mis pies.

Nos detuvimos en una especie de pasaje, casi un suburbio donde solo había casas donde apenas iluminaban las luces naranjas pero ni un alma en ese momento en la calle, todos los buscaban desesperados como si fuera alguien importante, mientras nosotros respirábamos agitados intentando recuperar el aliento, escondidos cerca uno del otro detrás de un pilar de luz grande y oscuro. Yo solo pensaba en mis padres.