Prácticamente de a poco la noche se iba acercando y el sol ocultándose dejando ver un hermoso atardecer acompañado de diferentes tonos de naranjas, la primera estrella podía verse en el cielo de Estados Unidos, observaba todo eso mientras iba perdida en mis pensamientos desde que subimos a aquel auto negro, solo pensaba si los demás estaban bien, solo tenía a mí familia en la cabeza, no podía volver a atrás después de hacer una promesa. Sentí en ese momento que alguien me toco el hombro con cuidado para llamar mi atención, me voltee y vi a Alex a mí lado con esa tierna sonrisa que me tranquilizaba a pesar de conocerlo apenas unos días, Marc en cambio nos observó en ese momento.
-Veo que se llevan muy bien los dos-dijo en tono serio bastante de hecho es como si fuera que le molestaba que me llevara mejor con su hermano, a pesar de que ya conocía esa seriedad la veía antes de las carreras cuando debía concentrarse; pues lo entendía un poco porque se suponía que debía estar más tiempo con él a donde fuéramos, o eso nos dijo su padre como primera regla o simplemente era porque quería que mi atención fuera para él, apenas nos miramos con Alex extrañados por la reacción del mayor que se había cruzado de brazos . Nos detuvimos en un lugar, bueno en realidad era una calle en Austin a la que llamaban Six Street, era bonito a mi parecer, restaurantes y tiendas por doquier mientras las personas iban y venían en diferentes sentidos, era todo bastante iluminado con diferentes colores: rojos, turquesas, verdes; y grandes carteles; una noche bastante primaveral.
Nos detuvimos en un restaurante, los cuatro bajamos para poder entrar; me preguntaba en ese momento si George estaba preocupado pero estaba segura que le habían avisado, al entrar me sorprendí, un lugar magnífico ya que en la parte de abajo era todo paredes de madera y en la parte superior subiendo por unas escaleras había grandes ventanales, en el centro una gran maceta con muchas plantas de diferentes tipos y el aroma a comida me daba más hambre aun, nos sentamos en una mesa con sillas de madera y cojines azules, las copas eran del mismo color.
-Parece que te ha gustado el lugar- me dijo Dani de atrás al ver mi cara de niña pequeña con juguete nuevo, creo que se notaba demasiado porque vi que llegó a sonreír un poco de lado, el mozo llegó y nos atendió, cuando tomé la cartilla todo estaba en inglés "Que mala suerte la mía" me dije para mis adentros con nerviosismo, George no estaba para ayudarme, me sentí perdida y avergonzada a la vez cuando escuche la voz de Marc pedir por mí, respire aliviada, también era bueno en el inglés, un encanto poder escucharlo en persona.
-Gracias- le sonreí llevando un mechón de mi largo cabello detrás de la oreja ya que se había escapado de la coleta que llevaba en ese momento.
-Creo que como un buen novio debo enseñarte inglés- rio un poco y claro que los otros dos también se rieron de la broma, fue un poco cruel pero de verdad necesitaba ayuda con eso, luego Alex miró a los alrededores y vio que periodistas comenzaban a acercarse al lugar incluso aquel hombre que me había sorprendido la primera vez y el causante de este problema, "¿Ese Donato, no va dejarnos en paz?" pensé, y en un abrir y cerrar de ojos el mozo puso los platos sobre la mesa, carne asada con un puré de papas y salsa roja, me voltee apenas para ver a Marc que inesperadamente estaba ofreciéndome comer de su tenedor, todos nos miraban incluso su compañero y su hermano, me sonroje.
-Anda, debemos mostrarles que estamos bien- dijo guiñándome el ojo "¿En serio?! ¿O acaso está loco?" me dije mirando a mí alrededor, pero tenía razón para eso estábamos juntos, para nada más que si solo mentalice eso y comí aquel bocado, uno bastante grande; debía admitirlo el dos veces campeón del mundo estaba siendo dulce conmigo o al menos fingía bien esos sentimientos a pesar de que los míos eran verdaderos, tenía que aprovechar; luego observe que miró a su hermano menor en forma de complicidad, Dani y Alex al terminar de comer se levantaron y fueron a la salida a enfrentar a los locos periodistas dándonos la oportunidad es escapar por la cocina que saludamos a todos los que estaban allí que incluso llegó a firmar algunos autógrafos, pero al parecer a ese hombre canoso no lo podíamos evitar tan fácil.
Escuche a Marc reír cual niño pequeño al dar esa pequeña escapada corriendo por calles que ni yo conocía- Hemos vuelto a escapar como la primera vez, al parecer siempre será así- me miró deteniéndose en una pequeña plaza donde había juegos de feria en los cuales se podía ganar diferentes premios, era bonito por lo iluminado que estaba que podía aun verse el verde de los árboles y los colores de las flores en algunos jardines.
-¿Realmente te divierte escapar así? Hiciste que me cansara como la primera vez- respiré profundo llevando mi mano al pecho ya que mi corazón parecía querer salir de su lugar- Solo espero que los otros dos estén bien-dije preocupada refiriéndome a los pilotos que se habían sacrificado para nuestro escape.
-Estarán bien, ¿o mi hermano te preocupa?
-Creo que estas teniendo una idea bastante equivocada, no es lo tú crees Márquez, solo hicimos una pequeña amistad ya que averiguó más de mí que tú, solo quiso hacer que me sintiera cómoda- sin duda pensé que se había puesto celoso por un momento.
- Solo dime Marc como todo el mundo, no necesitas tanta formalidad- solo asentí, en que pensaba al decirle así, que creo que deseaba reír, pero luego me acerque a él y lo jale de aquella remera negra, de verdad tenía un rico aroma que me preguntaba que perfume usaba, no lo podía evitar
- Ya que estamos aquí juguemos a algo- solo me siguió callado y obediente- En mi país hay muchas ferias así- llegue al mostrador y pedí los aros para embocar en los palitos, apenas pague con una monedas que el guardas espaldas que me acompañaba me las había dado, aunque en realidad eran en caso de emergencia- ¿Quieres intentar? –le sonreí ofreciéndole los aros.
-Vale no creo que sea tan difícil- pedí unos para mí y allí comenzó la pequeña competencia de nuevo, era bueno definitivamente era bueno en todo lo que hacía pero sabía que era humano y tenía sus defectos solo que no podía descubrirlos a pesar de que era muy observadora. Entre los dos embocamos casi todos que los dos celebramos, el hombre nos dio una hormiga de peluche.
-Qué casualidad, una hormiga con el noventa y tres en el pecho- reí al decir aquello con sarcasmo cuando me lo dio, pero me había gustado- Realmente son famosos, todos ustedes.
-Bueno al menos no me extrañaras cuando debas regresar de donde vienes- rio también, de verdad pensé si iba a comenzar a extrañarlo- Elegí la hormiga como mi mascota porque es trabajadora...-y en ese momento termine su frase
- ...y porque es el animal más fuerte de la tierra- si logré que se sorprendiera, su expresión decía más que mil palabras.
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Love Race (Marc Márquez)
FanfictionUna chica loca de las carreras de motos esta enamorada de su piloto favorito el número 93, de una de las mejores carrera del mundo, el GP. ¿Qué pasará cuando se encuentre por accidente con él? 2016-2018