Love Race (Marc Márquez)

"Capítulo 24: Visitando a los Abuelos"

El día después de la carrera tenían un Test, yo los miraba desde las gradas frente a los boxes mientras tomaba un poco de soda fresca, estaba haciendo un buen tiempo aunque acompañado con un poco calor, por mi mente se cruzaba lo que había pasado en la rueda de prensa, Marc había admitido que su rival ganador estaba a otro nivel, también había aclarado con respecto a lo ocurrido en los periódicos, nada de lo que se decía era cierto solo esperaba que se lo hayan creído y publicaran lo que correspondía, más las fotos que nos habíamos tomado juntos, no podía evitar verlas en mi celular en todos los diarios online habidos y por haber, hasta llegue a guardarlas para mí. Volví a la realidad cuando George me hizo señas para que bajara, cuando lo hice cruce corriendo la pista para que no me pasaran por encima, me salve de que Dovi lo hiciera a mucha velocidad y trepe la tela por donde le mostraban los carteles a los pilotos, lo hice como toda una dama y con estilo.

Marc había entrado al box de Repsol un poco sudado, el Test había concluido que debían empacar todo y mandarlo al siguiente destino, Le Mans, Francia, fue a cambiarse de ropa y claro yo aproveche en sentarme en su famosa silla, un sueño hecho realidad para una fanática como yo, comencé a dar vueltas mientras disfrutaba riendo que Dani me miraba y se reía por mi actitud de niña, bueno no solo él se reía, Santi y José también.

- ¿Lo estás disfrutando?-me pregunto Marc en cuanto detuvo la silla de los apoya brazos con ambas manos quedando cerca de mí que no logré tomarme una foto con el celular sentada allí, hasta podía sentir su respiración y su perfume que en cualquier momento me desmayaría, solo asentí un par de veces

- ¿Estás lista? Los cuatro debemos ir a la casa de mis abuelos-me sonrió.

- ¿A-Abuelos?- había olvidado que siempre iba a verlos antes de su próximo viaje, creo que George se había olvidado de decirme ese pequeño detalle que lo mire con una mirada fulminante sobre el hombro de Marc, él en cambio me guiño el ojo- S-Solo deja que vaya por mi ropa-le señale el bolso negro que tenía el guardas espaldas entre sus manos, mi corazón latía fuerte que me levante rápido, me fui sonrojada al verlo vestido tan bien, era un rey reencarnado en un muchacho extrovertido, con esa remera negra ajustada al cuerpo y esos jeans claros, iba a morir con tanto resplandor que lo rodeaba que pronto yo debía estar a ese nivel. Entre a los vestidores y me cambie lo más rápido que pude que hasta llegué a maquillarme un poco aunque no me gustara del todo pero no podía ir con esa ropa deportiva que tenía puesta; al regresar me quedo viendo por un buen rato interrumpiendo su conversación, esa fue su reacción, llevaba un vestido corto celeste, en la parte de abajo era una tela con pliegues finos, en la parte superior era un estilo musculosa y en la cintura un listón con un pequeño moño al costado que parecía muñeca así me había visto, al parecer pocas veces se daba cuenta de la ropa que yo llevaba que Santi le dio un golpecito en la cabeza para reaccionara- Estoy lista- le sonreí acomodando una vincha en mi cabello.

Subimos a un auto en la cual su padre lo manejaba, Alex iba adelante mientras Marc y yo íbamos detrás algo callados hasta que me dio el chocolate, le sonreí de nuevo cuando lo recibí pero más cuando el menor me dio uno también, en ese momento apenas pude ver una reacción de celos que Juliá nos miraba por el espejo retrovisor.

- ¿Tus abuelos saben la verdad? -mire a todos cuando pregunte porque debía estar prepara para fingir o no; no faltaba mucho para llegar después del tiempo que habíamos pasado riendo y contado anécdotas.

- Ellos lo saben, no les puedo ocultar nada- rio, me sentí más tranquila pero a la vez estaba inquieta, no sabía cómo me iban a recibir hasta que terminamos por detenernos y bajamos del auto, Alex toco la puerta y nos abrió su abuela Sole, una señora pequeña casi de mi altura con el cabello corto y ondulado, una tierna sonrisa nos mostró cuando nos recibió, hasta nos dio un fuerte abrazo a cada uno, al entrar su madre Roser y su abuela Elvira también estaban allí, salude a todos con respeto, cuando entramos a la sala vi a un señor de cabello blanco sentado en el sofá, Marc a mis ojos se parecían mucho, me sonrió y me dio dos besos en la mejilla.

- Eres muy guapa, ¿por qué no eres novia de este niño de verdad? Así sienta cabeza de una vez- bromeó, Marc rio un poco y yo me avergoncé.

- Abuelo Ramón, si quieres que lo sea no la asustes aún- se habían puesto de acuerdo para hacerme poner roja como un tomate pero deseaba que esas palabras fueran de verdad, como era de esperarse de su caballerosidad me corrió la silla para me sentara y beso mi mejilla, no sabía si eso era necesario, que se comportara de esa manera si todos lo sabían, a veces me confundía; la mesa estaba tan bien arreglada que no quería desacomodarla con mis torpezas, todos se sentaron mientras una de las abuelas nos servía la comida, estaba muy rica o simplemente yo tenía hambre después de largo viaje desde circuito. Alex contó lo que había pasado en Jerez con Helena, lo que yo había hecho y demás, al parecer ninguno parecía sorprendido en más se rieron que yo no supe dónde esconderme pero esperaba que no apareciera más, aunque sentía que eso no podía ser.

- Roxanne me gustaría verte correr alguna vez-me dijo su abuelo, su hijo le había contado lo que había hecho la primera vez cuando había llegado, asentí un par de veces mientras nos daban un poco de helado de postre.

- Se lo mostrare en cuanto pueda, antes de volver a mi país.

- ¿Volver? ¿No te quedarás?- negué con la cabeza mientras miraba mi helado y llevaba un bocado a mi boca.

- En cuanto terminen el campeonato debo volver, ese fue el trato, pero descuide no dejare que perjudiquen a Marc-le sonreí, había olvidado que esa no era mi vida, era otra y faltaban aun varios meses para volver a tenerla.

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En cuanto la familia Márquez se fue, los abuelos se quedaron un rato más charlando mientras tomaban una taza de café.

- Cuando la niña dijo eso, la mirada de nuestro nieto parecía no brillar- los otros dos asintieron hasta que la abuela Sole agregó.

- A Marc le gusta de verdad, no como esa otra chica.

- Cuando lo vuelva a ver hablaré con él- dijo el abuelo Ramón pensativo.