Love Race (Marc Márquez)

"Capítulo 39: Encuentros y desencuentros"

Luego de aquel incidente corrí lo que más que pude por las calles de Cervera, simplemente le di la satisfacción a Helena de salirse con la suya; no me di cuenta por donde estaba yendo pero por lo que vi había terminado en una especie de plaza pequeña donde tenía en el centro una estatua y unas cuantas plantas no tan bajas con algunas flores blancas y árboles, decidí sentarme en una banca para mirar el cielo y respira profundo, estaba comenzando a nublarse a pesar de que sentía el calor, debíamos estar acostumbrados a los cambios climáticos, una gota cayó en mi rostro que en ese momento escuché una voz que dijo mi nombre, fijé mi mirada en esa dirección y era Marc que bajaba del auto, me sorprendí al verlo allí pensado que se quedaría con sus amigos, había tenido una idea equivocada de él, me levante de donde estaba, debía admitir que me agradaba verlo y que haya dejado todo por buscarme.

- No pensé que llegarías tan lejos-dijo entre pequeñas risas, me sonrojé.

-Me gusta correr...Perdón, no debí irme de esa forma pero iba a golpearla- contesté enojada, eso hizo que se riera más mientras tenía sus manos en los bolsillos del jean, era bueno que con toda la presión lo tomara a todo como broma.

-¡No te rías Márquez! -exclamé, pronto vi que en su camisa las marcas de gotas de lluvia comenzaban a verse hasta que se hizo más frecuente, eran frías que me abrace a mí misma pero a pesar de estar mojado también se acercó a para abrazarme escondiendo su rostro en mi hombro, era como un niño dejando ver sus temores y debilidades, le correspondí mientras sonreía y le daba palmaditas, no entendía aun, no podía saber del todo que era lo estaba sintiendo o escondía y eso me molestaba porque no sabía qué hacer o cómo poder ayudarlo solo traerle problemas, solo cerré mis ojos y me deje llevar que la lluvia paso a segundo plano como en las películas; pero luego de unos minutos así nos separamos y me miró de arriba abajo.

- Vale no me reiré pero...esa blusa que te dio mi mamá...es algo transparente ¿no crees?-me dijo sin rodeos casi burlándose, le gustaba molestarme eso lo sabía perfectamente mientras no dejaba de llover, solo me cubrí con mis brazos roja como un tomate-Tal vez mi madre quiso que pasara algo más que una salida de amigos-pensó en voz alta apropósito para que yo lo escuchara.

-¿Dónde dejaste tu timidez Márquez?-lo miré a los ojos-Qué mal que eso no va a pasar-le saque la lengua-Deberíamos volver sino nos enfermaremos-dije caminando directamente al auto para volver a casa, mientras manejaba charlábamos de las posibilidades que podrían haber para resolver el problema, y una de esas era que yo volviera a mi país como su padre había dicho hasta que todo se calmara, no había escapatoria de aquella decisión.

Cuando llegamos su hermano Alex y sus padres nos vieron con curiosidad preguntándose que nos había pasado.

Días después viajaríamos a Austria junto a Dani, Alex no nos acompañaría que seríamos solo los tres por esta vez.

Llegamos a un hotel, que por suerte no era tan llamativo como los anteriores solo tenía banderas de diferentes países en las puertas y dos macetas con plantas, saludamos a Dani que había llegado primero que nosotros, fuimos a cenar para actualizarnos con respecto a información, juntos la pasamos bien.

Al siguiente día fuimos a un circuito en la cual Red Bull los había invitado para probar unas motos, al llegar era algo deslumbrante a pesar de que debía estar acostumbrada a ver tantos circuitos por viajar con ellos, pero para mí cada uno era único porque alrededor había mucho verde y de fondo unas montañas no tan altas y frondosas; los boxes estaban preparados para ambos, la pista seria solo para ellos, las motos eran geniales con una buena combinación de colores.

Cuando los pilotos estuvieron listos subieron a las motos, yo como fan no dejaba de tomarles fotografías con la cámara de mi madre, era algo inevitable; para verlos mejor decidí salir de los boxes y caminar por el circuito, George no me acompaño al viaje porque había surgido otro trabajo para él, debía quedarse con Alex, que comenzaba a extrañarlo; me había alejado bastante pero tenía un poco de tranquilidad.

- Otra vez nos encontramos- dijo una voz masculina a mis espaldas era imposible no reconocerla, me voltee y vi a un hombre con ropa que yo conocía bastante bien mientras llevaba unos anteojos oscuros y me mostraba una sonrisa, era Jorge Lorenzo una de las estrellas de Yamaha.

- P-Pero...pensé que estaban en ese país con nombre raro...-dije tartamudeando mientras él se quitaba los anteojos.

- Es Kazajistán...mm parece que me sigues en secreto de Márquez por las redes sociales-me dio palmaditas en la cabeza cual cachorro, eso me molesto porque me trataba como niña-Vine a echar un vistazo a este lugar, solo de pasada-mientras lo escuchaba comenzaba a verlo un poco borroso que lleve mi mano a mi cabeza-¿Niña estás bien?-escuche apenas algo mareada, que sentí que me tomo de ambos hombros "¿Cómo se atrevía a llamarme niña después de lo que había pasado entre nosotros?, pensé cuando sentí su mano en mi frente-Tienes fiebre-murmuró hasta que me cargó entre sus brazos ya que me sentía débil y apenas me podía mantener despierta, me llevó a los boxes con toda rapidez casi como las motos, al llegar Marc y Dani estaban con los del equipo charlado sobre las motos y el circuito pero al ver a Lorenzo se sorprendieron y asustaron.

- ¡¿Qué paso?!- Exclamó el piloto de Repsol tomándome en brazos, parecía una princesa en peligro pasando de brazos en brazos pero era lo que llegaba a sentir y escuchaba.

- Se desmayó, tiene fiebre.

- Nosotros nos encargaremos de ella-dijo Dani a Lorenzo palmeándole el hombro-Gracias-le sonrió, Lorenzo no tuvo opción que irse de allí ya que no podía hacer nada más por mí y no era muy deseada su presencia allí por Marc en ese momento, en cambio a mi recostaron en una banca larga de los vestidores y usaron toallas como almohadas, pocos minutos comencé a despertar y ver a todos rodeándome.

- ¿Estás bien?- me pregunto Marc, tenía rostro de preocupación, yo asentí.

- Creo que fue la lluvia de la última vez- me senté en la banca-Sólo es un resfriado aunque nunca me paso de esta forma.

- Te llevaré a descansar-me sonrió- debes agradecerle a Jorge por traerte hasta aquí-asentí.

En los días siguientes que nos quedaban de viajes, Marc y Dani cuidaban de mi como si tuviera cinco años, no dejaban que me moviera para nada pero resulto ser divertido hasta que me sentí mejor, había sido muy consentida por ambos.