fifty

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Siento un corrientazo recorrer mi espalda, después de varios segundos vuelvo a sentirlo, mis ojos se llenan de lágrimas, el jodido dolor es insoportable. Puedo distinguir los ojos de Redmond en la oscuridad de la habitación. Con mucha fuerza toma mi brazo izquierdo, se saca su cigarrillo de la boca, soltando el aire en mi rostro, y después lentamente lo apoya sobre mi brazo.

Un fuerte chillido sale de mis labios, y empiezo a sacudirme para que me suelte, pero él tiene mucha más fuerza que yo, me sarandea de un momento a otro, haciéndome marear, con un puñetazo me manda al suelo, y una patada termina de lastimar mi abdomen..

–¡Hey Louise!– escucho la voz de Zayn a lo lejos.

No puedo abrir mis ojos, no sé porque, pero me es imposible hacerlo, empiezo a sollozar, los recuerdos de Redmond golpeándome por primera vez me invaden, haciendo que no pueda respirar.

Siento las fuertes manos de Zayn rodearme, en ese momento puedo abrir los ojos, encontrándome con esos preciosos ojos miel que me brindan tranquilidad. Él me toma de la cintura y me siento en su regazo, cara a cara.

–Lou, ¿Qué sucede?

–Yo.. Estaba soñando– cierro los ojos tratando de tranquilizarme–. Solo fue una pequeña pesadilla.

–¿Pequeña?, bebé no dejabas de jadear, y sollozabas como si te estuvieran golpeado.

–No fue nada... ¿Te desperté?, lo sien...

–Estabas soñando con tu padre ¿No es así?

Dejo de mirar sus ojos bajando la mirada, tomo la sabana para poder cubrirme bien, me avergüenzo un poco.

–¿No es así?– repite tomando mi mandíbula.

–Sí, pero no es importante.

–Louise...

–No vale la pena hablar de eso– me levanto de la cama rápidamente para entrar al baño.

Cierro la puerta y me recargo en el lavamanos, paso las manos por mi cara quitando algún rastro de lagrimas.

–Bebé sé que no te gusta hablar sobre esto, pero me preocupa. Te amo y... no quiero que ni en los sueños te hagan daño–habla recargado sobre la puerta.

Oh mierda.

Es tan hermoso.

–Déjalo, no tenemos que amargarnos por eso. Me daré una ducha.

–¿Cómo puedo estar seguro de que estas bien?

Abro la puerta del baño, dejando salir mi cabeza, y ahí está él, despeinado, mirándome preocupado, y desnudo.

–Ahora me estas viendo y estoy bien.

Zayn hace fuerza sobre la puerta, para poder abrirla y dejarme completa a su vista.

–¿Estás segura?

–Sí– le beso los labios –. ¿Ahora sí me puedo duchar?

La puerta principal de la habitación es tocada dos veces, Zayn hace una mala cara se me dispone a besarme suavemente, sus manos están acariciando mi cintura, y las mías se ubican en sus hombros, los golpes se vuelven insistentes por lo que Zayn rompe el beso y me mira fastidiado.

–¿Y si mejor abres la puerta?– le pregunto entrecerrando mis ojos.

–Bien, bien.

Cierro la puerta del baño y abro la llave de la ducha, me cepillo los dientes mientras el agua se regula, y después cuando la noto tibia, entro a ducharme. Lo hago despacio, el sueño todavía me tiene pensando. No es algo habitual que sueñe con ese tipo de cosas, pero cuando pasa es horrible.

Her » ZAYNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora