fifty six

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–¿Estas completamente segura?– me pregunta Pam.

–Joder, Pam te lo he dicho tres veces.

–Ya... ¿Cuántos días?

Miro el calendario que se encuentra en mi mesa de noche mientras me muerdo las uñas.

–Una semana y media.

–Mierda...

–Ya lo sé...–susupiro– Pam no sé qué demonios haré, quizás Zayn se va a poner histérico y empezará a insul...

–Lou, tranquilízate. Zayn no hará eso, él te ama y te adora.

–Y Redmond... Redmond oh Dios mío, él me matará, estoy completamente segura.

Dos duros golpes interrumpen en mi puerta haciéndome sobresaltar.

–Pam debo colgar, te llamaré apenas sepa algo.

–De acuerdo, cuídate mucho.

Cuelgo la llamada y doy un largo suspiro, lo primero que debo hacer es relajarme y actuar como si nada estuviera pasando. Claro, debo estar tranquila, siento que mi pecho se cierra y las lagrimas me invaden.

–Adelante– pronuncio cuando ya me he calmado.

–Louise– la áspera y dura voz de Redmond irrumpe en mi habitación.

–¿Qué sucede?

–Estaré fuera de la ciudad hasta el domingo, tengo que solucionar unos problemas– lo ultimo lo dice un poco incomodo.

–¿Hablas de mamá?

–No es de tu interés.

Un claxon suena frente a la casa, Redmond me da una sonrisa y cierra mi puerta. Cuando él abandona mi habitación una delicada lágrima decora mi mejilla. Tengo mucho miedo, pero yo me he metido en esto, tengo que enfrentarlo.

La lluvia se hace presente en la ciudad, dando algunos destellos en el cielo, los truenos son repetitivos y me ponen los pelos de punta. No hay mucho que pueda hacer a esta hora, ya esta tarde y hoy ha sido un día largo.

Alisto algunas sabanas debido a que hace un frío espantoso, las acomodo sobre la cama, una sobre otra, abro las sábanas y enciendo la televisión. Saco la pijama que me he puesto estos días, me empiezo a desvestir pero el timbre de mi celular me lo impide.

–¿Hola?– hablo mientras me pongo el pantalón.

–Hola nena– habla Zayn en un tono dulce.

–Hola amor, ¿Cómo estás?

–Bien, acabo de salir de mi turno, hoy fue un día tranquilo gracias a Dios.

–Me alegro mucho, ¿Mañana a que hora acabas tu turno?

–Bueno... mañana saqué el día libre, quería estar contigo.

–Oh eso...– paso saliva– Es increíble.

–¿Qué tienes Lou?, no suenas como tú– se ríe tímido.

–Es que... Tenemos que hablar Zayn.

–¿Es algo grave?

–No, bueno sí.

–No me asustes.

–Lo siento es que estoy muy asustada.

–¿Redmond te ha hecho algo?

–No, no es eso...

– Ya mismo voy para tu casa.

– No, no te preocupes, puedo esperar a mañana.

Realmente quería estar sola.

– ¿Estás segura?

Her » ZAYNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora