Her » ZAYN

sixty six.

Louise's POV.

–¿Cómo te sientes?– me cuestiona Agatha entrando en mi habitación.

–Ya ha bajado el dolor – le sonrío.

–Me alegra mucho escuchar eso ¿Te ha gustado "tu habitación"?– hace comillas y ríe – Cass estuvo desde que llegamos a Nueva York tratando de que fuera cómoda para ti.

–No sé cómo le voy a agradecer esto. Me sorprende que ya tenía planeado ir por mí.

– Siempre tuvo la esperanza de encontrarte.

–¿Dónde está ahora? Salió hace más de una hora.

–Es una sorpresa, ahora no te lo puedo decir.

–Dijo que iría a comprar pizza.

–Sí, bueno... Ya llegará– deja un beso en mi frente – Por ahora descansa cariño.–  sale nuevamente de la habitación.

Me acomodo mejor en la cama y le subo el volumen a la televisión. Ya llevo tres días en el departamento donde se aloja Cassandra junto a Agatha hace algunos meses. Ya puedo caminar a una velocidad normal y mis heridas van en proceso de curación. He tratado de llamar a Zayn, pero cuando está a punto de timbrar por primera vez cuelgo, él no me ha llamado, debe ser porque ya está superando todo y está feliz.

Las últimas noches lo único que he hecho es sollozar, parezco una completa idiota pero me es imposible mirar nuestras fotos y no llorar, lo extraño mucho y se me enchina la piel cuando pienso en todas las palabras que me ha dicho, en su preciosa voz, es sus ojos y en lo feliz que era cuando estaba él a mi lado. Claramente ahora creo que soy feliz, tengo a mi mamá y Redmond no ha dado señales de vida.

El timbre suena sacándome de mis pensamientos, me levanto de la cama acomodando mi pijama, son las ocho de la noche y de milagro esta noche no lloverá. Voy hacia la puerta encontrándome con mamá entrando. Apenas me ve me sonríe y corre dándome un abrazo y un beso en mi frente.

–¿Dónde estabas? Pensé que no llegarías nunca– digo abrazándola nuevamente.

Ella suspira y me mira nerviosa, después mira a Agatha, quien le da una mirada de aprobación. Cassandra asiente y se va nuevamente a la puerta, la abre y habla con alguien, después la abre totalmente y puedo observar con claridad un hombre y un niño de aproximadamente siete, ocho años.

–Lou– pasa saliva, nerviosa – Él es Kyle, mi esposo y este es mi hijo... Nathan, tiene ocho años... Es tu hermano.

El hombre me mira sonriendo junto al niño, ambos esperan que yo hable pero estoy en shock.

No estoy molesta, me alegra que mamá haya podido hacer su vida nuevamente, pero jamás pensé que esto pasaría.

Agatha se muerde las uñas y mamá me mira con los ojos como platos.

–Acaban de llegar a Nueva York, porque querían conocerte. Le he hablado a Nathan de ti, te quiere muchísimo y...

–Mamá– le susurro para que deje de hablar– No tienes que darme explicaciones.

Nathan sonríe al ver que no estoy molesta y corre hacia mí, dejándome completamente sorprendida. Mamá corre al ver que él no me suelta, pero la freno y lo abrazo, lo alzo y lo miro a los ojos. Su cabello es castaño, ojos azules, casi grises, no es de tez blanca, pero tampoco es muy moreno y tiene algunas pecas.

–Hola– le sonrío aún sorprendida.

–Hola– me dice tímido – Eres muy bonita.

–Gracias cielo, pero tú eres muchísimo más bonito.