nine.

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-Pa..papá - digo volteándome.

-¿Es que acaso no recibiste mis llamadas?- me susurra mientras toma con mucha fuerza del brazo, me duele bastante. - ¿Acaso eres idiota Louise? - aguanto la respiración, me está humillando. Todos se van a dar cuenta de que mi papá me trata como a una pequeña inútil.

Yo trato de hablar, pero él me da una mirada amenazante. Saluda a todos levantando su cabeza levemente. 

— Despídete ahora mismo, te espero en el auto.

Asiento y sigo sus órdenes. Todos tienen el ceño fruncido, es obvio que notaron la actitud de papá. Una vez en el auto, papá toma la vía principal y en un semáforo me toma con fuerza del brazo. 

-Suéltame por favor, me lastimas.

-No me faltes al respeto, estúpida... Claro estabas ahí con estos para después irte a un motel, ¿iban a hacer un trio?- escupe riéndose. 

-Papá, basta - digo con los ojos llenos de lágrimas - ¿En serio eso es lo que piensas de mí?

-Todas las mujeres son iguales, unas...

El claxon de los autos interrumpen sus malas palabras.

Volteo mi mirada a la ventana, recordando las expresiones de todos cuando papá pasó por mí, no sé qué diablos voy a hacer cuando me pregunten. Puedo notar que papá me mira con odio, no me ha dejado explicarle nada, ni siquiera decirle una mentira. Siento como el miedo hace parte de mí, cada vez es más fuerte.

-¿Qué hacías en la calle sin mi permiso? - me grita tirándome al suelo de la sala.

-Lo siento, yo quería ir con los chicos por..

-¿Me has pedido permiso? - empieza a acercarse, me toma del cabello con mucha fuerza - ¡Respondeme! ¿Me pediste permiso?

No respondo, así que él abre la puerta que se encuentra justo debajo de las escaleras, no otra vez. No he bajado allí en mucho tiempo. Anders tiene prohibido entrar, nadie se encarga de la limpieza de ese lugar, es asqueroso. Me lanza haciendo que ruede por las escaleras, me duele la espalda y termino boca abajo.

-Prepárate porque lo que te espera aquí no es nada lindo.

-Papá yo sólo quería salir un rato, no es tan malo.

-Sí que lo es, tienes que pedirme permiso. Si quieres andar de perra, será cuando ya no vivas aquí.

Me arrastra por el suelo, mis codos y manos se raspan me duele mucho, bajo las mangas de mi saco para evitar más el dolor. Me esfuerzo para que me suelte, trato de empezar a subir las escaleras pero me es algo imposible, enojado toma mi zapato y me hace pegar con el filo en la boca, el sabor a hierro me inunda inmediatamente.

Creo que jamás en mi puta vida podré entender lo violento que es.

Se limpia el sudor de la frente y me empuja hacia una pared. Quiero escapar pero la única cosa que puedo hacer es gritar de dolor. Para que me calle él me suelta un puño en la mandíbula, se empieza a reír. Está fuera de sí, parece un psicópata. 

***   

No hay luz, debo admitir que en estos momentos le temo bastante a la oscuridad, el único sonido que puedo escuchar son los latidos de mi corazón, estoy acelerada y a lo único que me dedico es a llorar y a pasarme las manos por el cabello desesperada. Yo nunca en mi vida he sido mala persona, no entiendo nada. Estoy cansada de ser débil.

-Quizás deba volverme una chica mala, fumar, drogarme. Eso podría agradarle a papá.- hablo conmigo misma riendo - Eres ridícula Louise.

Siento como algo camina por mi hombro, me volteo para verlo y encuentro una araña, es grande para ser una araña, me sacudo con mi mano mi hombro. Suspiro, ¿Ahora que puedo hacer?, paso las manos por mi cara tratando de buscar sangre, pero milagrosamente no hay nada.

Her » ZAYNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora