Her » ZAYN

fifty one

Una semana después

–Así que él plan de hoy es...

–Iremos a casa de Ash– dice Becca emocionada–. Hay una fiesta ya que dentro de unas pocas semanas entramos nuevamente a la escuela.

Pam hace un gesto de querer vomitar. Es sábado y caminamos por las calles de Nueva York, buscando algún atuendo que comprar para la fiesta.

–Será un año duro.

–Lo seeee– alarga Olive quejándose.

–Pero es el ultimo– hablo tratando de ver el lado bueno de las cosas.

–Y después vendrá la universidad y será una aventura, chicos guapos, tequila, fiestas...– habla Pam con una gran sonrisa en su cara.

–Bueno, yo lo veré por el lado del estudio– comenta Tara haciéndonos reír – Necesito mantener mi beca. 

Seguimos caminando mirando algunas tiendas para ver si encontramos algo bueno y bonito.

–¡Oh por Dios, vean ese vestido!– grita Tara entrando a una tienda.

–Prepárense, esto durará bastante...– dice Becca.

Entramos todas a la tienda, tiene cosas muy bonitas y elegantes. Ellas empiezan a mirar prenda por prenda, yo me dedico a sentarme en uno de los muebles. Mi celular vibra, haciéndome pegar un salto, miro hacia todo lado, asegurándome de que nadie me haya visto.

–¿Hola?

–Hola amor.

–Hola, ¿cómo vas?

–Trabajando, hoy ha estado un poco duro.

–¿Por qué?

–Hubo un accidente en la autopista central, fue devastador. Gracias a Dios hemos salvado a todos.

–Me alegra mucho escuchar eso.

–Quería llamarte porque quiero verte.

–¿Ya me extrañas?

–Sí, no lo puedo negar– dramatiza un poco haciéndome reír.

–Ahora no puedo, estoy con las chicas y en la noche hay una fiesta– hablo disculpándome con mi tono de voz.

–Oh disculpa, señorita tengo-la-agenda-llena.

Río– Podemos salir a cenar mañana, ¿Qué dices?

–¡Lou mira esto! ¡Te quedará perfecto!– habla Olive acercándose con rapidez.

–Debo dejarte, te llamo más tarde, ¿Vale?

–Vale, te amooo, cuídate y diviértete.

–Yo a ti, cielo.

Cuelgo el celular y levanto la mirada encontrándome con lo que Olive quiere que me pruebe.

–¿No es un poco atrevido?

–¿Bromeas?– Pam se recarga en mi hombro–. Te quedará, ahora pruébatelo.

Becca me quita el celular de las manos para después empujarme entre todas a los probadores. El vestido no es para nada feo, es de un color salmón oscuro, es de tirantas y tiene una pequeña abertura dejando al descubierto una parte de las costillas, entre dudas en mi cabeza me pongo el vestido.

Abro los ojos un poco asombrada, es hermoso. Después de mirarme en el espejo durante unos largos segundos, salgo del vestidor al mismo tiempo que las chicas. Nos miramos entre nosotras y empezamos a dar algunos halagos entre nosotras. Ellas lucen preciosas también.