Unknown World||H.S

#7. Nueva competencia

Capítulo 7

SOPHIE

Mi mente jugaba con el último momento en el cual había salido del secundario. Aún repetía la escena de aquel beso aunque sabía que no había significado nada para él. Sus ojos verdes me atrapaban y me hacían ruborizar. La voz de mi madre me hizo salir de mis pensamientos llamándome para cenar.

― ¿Cómo va todo en el colegio?

―Bien ―contesté sin mucha importancia.

― ¿Quién era aquel chico? ―hizo referencia a Harry.

―Nadie ―respondí riendo.

Ella me miró por un momento esperando a que le diga algo más. Abrí los ojos como platos y solté el tenedor que había agarrado para comenzar a comer.

―Es sólo un compañero. Su nombre es Harry. Es todo lo que sé ―dije sincera.

Ella no respondió y comenzó a comer conmigo.

― ¿Por qué preguntabas?

―Sólo quiero saber sobre la vida de mi hija ―dijo obvia―. Soy tu madre.

Su tono era cariñoso. Siempre era así conmigo. Nuestra relación era diferente a cualquier adolescente de mi edad. Tenía plena confianza y le contaba todo sobre mí. Era quien me guiaba en mis inseguridades y nuevas aventuras.

Luego de terminar con la cena, la ayudé a limpiar la cocina. Una vez ordenado todo, me despedí de ella y subí a mi dormitorio.

Me puse mis auriculares y navegué un rato por mis redes sociales. Cuando entré a Instagram, Alisson había posteado una foto con Aaron. Ambos estaban abrazados. Él reía y ella lo miraba. El pie de la foto decía "Te quiero para siempre" acompañado de un corazón. Había entendido el mensaje.

Alisson estaba enamorada de Aaron. O al menos esas eran mis conclusiones al analizar cada momento que pasábamos los tres y veía sus miradas cómplices.

¿Habría sucedido algo entre ellos dos?

Mi corazón sintió un poco de dolor porque en un momento me había sentido atraída por él. Saber que mi nueva amiga tenía sentimientos por él borraba todas esas locas ideas.

Mi celular se alumbró acompañado de un sonido que me avisaba que tenía un mensaje. Era de Alisson que me decía que el viernes había una fiesta y no permitiría que no vaya. Ella ya sabía que no me gustaba mucho salir pero insistía que cambiaría eso en mí.

Mis padres tenían la idea de que un adolescente no debía ni emborracharse ni drogarse para pasarla bien. De hecho, yo tenía el mismo pensamiento. No es necesario hacer tal cosa para pasarla bien. ¿Por qué beber ahora si cuando eres más pequeño la pasas genial sin una gota de alcohol o tomar algo exótico? Por la excusa de que necesitamos un empujón de algo que no nos animaríamos a hacer sobrios. Una completa estupidez. Esa era una de las causas por la cual no salía a bailar. El olor del lugar, tanto cigarrillo o el alcohol no eran de mi agrado. De tan sólo pensar que alguien podría llegar a vomitarme, me provocaba arcadas.

Decidí no contestarle a Alisson. Se enojaría por eso pero prefería hablar del tema personalmente. Puse mi celular en silencio y cerré mis ojos para dormir.

[...]

―Debes ir y no acepto un no como respuesta ―insistía Alisson zarandeando mi brazo.

Negué con la cabeza una vez más.

Nos encontrábamos esperando a Aaron que había tenido una clase diferente a la nuestra. Algunos de los alumnos pasaban por delante nuestro riendo, dormidos, hablando con su compañero.

― ¿Llegué para salvarte de la tortura? ―Aaron apareció detrás de nosotras.

―Al fin ―susurré.

―No se detendrá hasta obtener lo que quiere ―añadió con pena mirándome.

―Ya lo has escuchado ―festejó Alisson con una sonrisa radiante.

―No iré a la fiesta ―repetí una vez más.

Ambos se miraron. Ella bufó y Aaron no dijo nada.

―No tomes alcohol pero ve ―dijo haciendo puchero Alisson.

El timbre sonó y fue mi gran salvador por un momento.

Literatura. Una de mis materias favoritas. Sin embargo, había ciertas compañías que no acompañaban al sentimiento como lo era la presencia de Harry.

―Buenas ―saludó al pasar por mi escritorio y tomar asiento detrás de mí.

No respondí pero su presencia era más que clara porque su perfume había ocupado toda mi burbuja personal.

Los alumnos comenzaron a llenar el salón y el último en entrar fue la profesora. El tema que estamos viendo era el Romanticismo en todos sus sentidos. La profesora comenzó a explicar y no tardé en tomar apuntes. Se acercaba una evaluación y debía de estar bien preparada.

―Ya que ahora todos saben de lo que estamos hablando, les daré una actividad para que hagan de a dos. Sólo por esta vez, son libres de elegir su compañero de trabajo―anunció la profesora comenzando a copiar las consignas en la pizarra.

Miré a mis lados y nadie era el indicado para trabajar. La realidad era que no tenía muchas amistades y con el único que había hablado era con Harry. Volteé mi cuerpo para mirar hacia atrás al mismo tiempo que sus ojos se clavaron en mí.

―Soy tu única opción, ¿no es así? ―preguntó bromeando con una sonrisa en su rostro.

Rodeé los ojos y entendió perfectamente. Cuando ambos terminamos de copiar, él designó tres preguntas para cada uno. Esa manera de trabajar nunca me había gustado y yo siempre era la líder de los grupos. Parecía que había encontrado a mi otro yo en cuanto se trata de la escuela. No manifesté ningún gesto ante su orden y simplemente acepté.

― ¿Listo? ―preguntó luego de unos minutos.

Negué con la cabeza sin darme vuelta. Había que leer un texto y responder para luego poder entregar la actividad a la docente. Ya me encontraba nerviosa porque tenía poco tiempo para responder y su pregunta no hizo más que presionarme. Cuando terminé, le di mi hoja. Sin leer ni verificar, juntó las hojas y luego de ponerles nombre, las entregó.

―Excelente equipo ―susurró al pasar a mi lado para volver a tomar asiento en su lugar.

No estaba segura ante su comentario pero si sabía que él sería mi próxima competencia en calificaciones.

[...]

Mi madre se encontraba esperándome en el auto ya que me había olvidado de agarrar lo que debía continuar de la escenografía. Corrí hasta el teatro y entré por la parte de atrás. Pasé los camerinos y fui a bambalinas donde había dejado todo lo que necesitaba. Mi cabeza giró al sentir el sonido del piano y una voz grave y profundaba que cantaba en el eco del silencio. Se trataba de Harry. Estaba tan sumergido en lo que cantaba que nunca sintió mi presencia. Decidí agarrar mis cosas y retirarme sin dar ninguna pista de que había estado allí presenciando aquel momento.