Unknown World||H.S

#38. Hermosa

Capítulo 38

HARRY

―Debes sentirte hermosa, Sophie. Eres hermosa, ¿por qué no confías en ti?

Ella miró sus manos que jugaban entre sí mientras la profesora de teatro esperaba una respuesta. Quizás corría el riesgo que ella debía actuar ya que la que había obtenido el papel no se encontraba del todo bien con respecto a su salud. La idea de que tuviera que besar a otro personaje que no se tratara de mí, me hacía mal.

―Lo siento ―murmuró.

― ¿Sabes? Harry podría ayudarte con eso. Styles, ¿la ayudarías?

Sophie me fulminó con la mirada y reí por lo bajo.

―Por supuesto, profesora ―respondí con una sonrisa.

[...]

―Siéntelo, Phie ―dije por una cuarta vez.

―No puedo hacerlo, Harry.

― ¿Por qué?

Veía sus ojos más brillosos que nunca y conocía que las lágrimas se aproximaban. Quería abrazarla hasta que se convenciera en que ella era hermosa y que podía hacer todo lo que se propusiese en su vida.

―Phie... ―la llamé en un susurro.

Ocultó su rostro en sus manos y sollozó en silencio. Sin dudarlo, me acerqué y la abracé.

―Mírame, Sophie ―dije cuando me separé unos centímetros de ella.

Sus ojos ya colorados de llorar vieron mi rostro. Limpié sus lágrimas que recorrían sus suaves mejillas. Besé su frente y la volví a mirar.

―No sé por qué tienes esa inseguridad en ti y tampoco digo que me expliques la causa. Pero puedo asegurarte que... Diablos, Phie ―suspiré―, eres hermosa y no debes dudar de ello. Tu sonrisa ilumina cada rincón de este mundo ―rió por lo bajo y sonreí―. Y esos ojos...

Sus manos se apoyaron en mi pecho y agarraron mi buzo.

―Y podría seguir... ―susurré a pocos centímetros de su boca―, pero prefiero dejarlo para otra ocasión ―besé la comisura de sus labios.

―Gracias ―susurró.

―Ven, te mostraré un lugar que amarás ―extendí mi mano y aceptó.

[...]

El Sol nos estaba abandonando pero era la escena perfecta para mostrar mi objetivo. Al llegar al departamento, desconocido para ella, agarré su mano y subimos las escaleras. Entramos a la habitación totalmente vacía, sin ningún mueble y la conduje al salón principal.

―Oh por Dios ―susurró tapando su boca de asombro―. Esto es hermoso, Harry.

Se acercó más a la ventana para ver la puesta del Sol junto con su naturaleza. La abracé por detrás y apoyé mi mentón en su hombro.

―Y así es como te veo yo a ti ―susurré en su oído―. Hermosa.

Besé su mejilla y ella acarició mi nuca extendiendo su mano. Nos quedamos así por algunos minutos y luego se volteó para quedar cara a cara. Mis manos aún seguían en su cintura.

― ¿Qué es este lugar?

―Mi futuro apartamento ―contesté sonriente.

― ¿Te mudarás? ―preguntó confundida.

Asentí con la cabeza.

Fui en busca de algunas velas que tenía guardadas y las encendí ya que aún no instalaban la electricidad en el lugar. Sentía su mirada curiosa sobre mí.

―Harry, debería irme o mi madre me matará... ―comentó incómoda masajeándose la nuca.

Me acerqué a ella y uní nuestras manos.

― ¿Realmente quieres irte?

Sus ojos destellaban de una manera especial por la luz de las velas. Sonreí ante la negación de su cabeza como respuesta a mi pregunta.

―A veces es bueno romper las reglas, Phie...