Unknown World||H.S

#18. Sesión fotográfica

Capítulo 18

-Primera parte-

SOPHIE

― ¿Harías algo si te lo pidiera?

Miré a Ben sin entender. Su sonrisa era mi debilidad y eras capaz de decirle si a todo.

― ¿Qué sucede?

Ya era fin de semana y nos encontrábamos en el parque cerca de la casa de mi padre. Cada momento que nos podíamos ver, lo disfrutábamos. La distancia no era algo que me gustase y menos en una relación. Yo viviendo en Londres y él en California era algo duro de asumir. Sin embargo, los pocos días que llevábamos estando en esta situación, todavía sin ser algo oficial, él había hecho hasta lo imposible para viajar y verme aunque sea una vez por semana. Eso me hacía tener esperanzas.

Me agarró el rostro con ambas manos y me besó con delicadeza. Sentía que mi corazón iba a estallar por aquel momento. Amaba cuando hacía aquello tan simple pero tan hermoso.

―Sucede que mi madre tiene una compañía de fotografía para una revista de moda y la modelo ha renunciado. Mañana tocaba la sesión fotográfica para una marca muy importante y no tiene a nadie. Pensé en ti como modelo, serías perfecta. De hecho, le mostré una foto tuya y te quiere allí por la mañana ―habló con entusiasmo.

No salían palabras de mi boca.

¿Yo como modelo? Era una locura.

Al principio, me pareció lindo ya que Ben había pensado en mí para hacer el dicho trabajo pero mis inseguridades eran más fuertes que cualquier gesto de amor. No me sentía lo suficiente como para estar con una ropa determinada en frente de una cámara. Debería soltarme y ser natural ante dicho aparato y no me creía capaz.

―Sería divertido ―me animó.

Reí tapando mi cara y él me abrazó.

―Ya verás. La pasarás bien, yo estaré allí para apoyarte ―susurró en mi oído y luego me dio un beso en la mejilla.

―Ben ―dije mirándolo a los ojos―, me gusta que me hayas tenido en cuenta pero...

―Nada de peros, Sophie. No debes tener miedo. Debes enfrentar lo que te asusta ―acarició mi mejilla―. Sólo prueba y si no te gusta, paramos todo.

Suspiré.

― ¿Qué dices? ―sonrió.

―Tu sonrisa tiene la culpa de que sea mi debilidad ―me escondí en su cuello y sentí su risa.

[...]

Estaba furiosa, sumamente furiosa. Caminaba de un lado a otro con el libreto en la mano y Harry no dejaba de seguirme con la mirada. Se encontraba cruzado de brazos y sentía la tensión en el ambiente.

―Creo que ya hemos hablado de esto unas mil veces, Phie ―argumentó molesto.

―No lo haré.

Él rodó los ojos ante mis palabras.

―Eres el suplente y no practicaré contigo ―refuté mi decisión.

Rió pero su sonrisa se borró al hablar conservando el brillo en sus ojos verdes.

―Sin embargo, lo necesitas. Ahora cállate y bésame.

Lo miré anonadada por sus palabras.

Siempre sucedía lo mismo. Iba todo bien en el ensayo hasta que llegaba la parte del beso. Y yo era el problema. No quería seguir con esa parte de la escena.

―Es sólo un beso, Sophie ―aclaró―. No le hará daño a nadie y Ben no tiene que enterarse. Puede ser nuestro secreto ―lo miré y sus ojos destellaban picardía.

―No lo haré, Harry.

― ¿Y qué harás cuando la profesora tenga que ver la escena? ¿Te portarás de la misma manera que lo estás haciendo ahora?

No respondí.

[...]

-Segunda parte-

SOPHIE

Mis expectativas habían sido muy bajas a comparación de lo bien que lo estaba pasando en la sesión de fotos. Resultó ser que la madre de Ben era grandiosa y divertida. Ya no sentía vergüenza. La música también había ayudado.

Ya íbamos como unos cuatro cambios de ropa. Me decía cómo posar, si sonreír o estar seria. De vez en cuando, Ben venía a ver y simplemente me hacía reír por las cosas que gritaba. Su madre lo retaba en broma y lo echaba del estudio.

Ahora me encontraba con un vestido de gala de color negro, el cual marcaba la figura de mi cuerpo. Llevaba unos tacos del mismo tono que hacían que mi cuerpo se estilizara. Me retocaron el maquillaje y una vez más me puse en frente de la cámara. Esta parte a veces era más seductora. Ben entró nuevamente, quien se había cambiado en una camisa blanca y un pantalón negro de vestir. Le pidió a la madre si podía hacer algunas fotos conmigo, y le terminó dando el gusto que quería.

―Muy bien, Sophie. Ten un descanso de cinco minutos. El modelo que debe hacer las fotos contigo ya está en camino hacia aquí.

Sus palabras me tomaron de sorpresa.

¿Debía hacer fotos con alguien más?

HARRY

―Me debes una, tía ―murmuré mientras acomodaba mi moño viéndome al espejo.

―Lo sé, Harry. No lo olvidaré ―prometió.

Sonreí cuando besó mi mejilla y me dejó solo para que terminara de vestirme. Me coloqué el saco negro y terminé de ponerme los zapatos a tono. Acomodé el cuello de la camisa y salí al pasillo camino al estudio. Ya la música se sentía y me trajo algunos recuerdos de cuando hacía esto de chico solo por un capricho de mi madre. Reí ante el recuerdo. Sin embargo, cuando mis ojos la vieron con ese vestido y esa mirada enfrente de mi tía, quien le estaba tomando fotos, me quedé totalmente paralizado.

Diablos.

SOPHIE

Luego del descanso, la madre de Ben me hizo unas fotos más mientras esperábamos que el modelo se terminara de vestir.

―Excelente, cariño ―sonrió―. Por fin, ven aquí ―dijo al voltear a sus espaldas y seguí su mirada.

Harry. En traje. Él era el modelo.

Se acercó con lentitud sin despegar sus ojos de los míos.

―Muy bien. Harry, agárrala por la cintura y mira su boca. Phie, tú simplemente mira a la cámara con cara seductora.

Ambos hicimos lo que se nos pidió. Su tacto fue delicado. Sentía su respiración muy cerca de mi cuerpo. Mi pulso de a poco iba subiendo.

―Ahora, Harry mírame y Sophie míralo a él.

Su colonia estaba totalmente en mi espacio personal. Su agarre se intensificó un poco. Dirigí mi mirada a su boca para la foto. Tenía unos labios realmente con un rosado pálido y eran totalmente perfectos.

―Ahora, ambos harán como que están a punto de besarse. Solo un poco de distancia entre las bocas, no queremos problemas con Ben, ¿no es así? ―bromeó la madre.

Una de sus manos, alzó mi barbilla y realmente parecía que nos íbamos a besar. Nuestros alientos se mezclaban haciendo que mi espacio personal sea nulo.

Hicimos algunas fotos más y la tensión siempre estuvo más cuando me susurró algunas palabras al oído sin que nadie se diera cuenta.

―Tienes buen gusto para estar saliendo con mi primo, Sophie.