Capítulo 45
SOPHIE
Gemí al revolverme entre las sábanas. Toqué mi vientre al sentir el dolor intenso por estar en esos días femeninos. Apreté mis ojos con fuerzas y luego los fregué con los puños. Mi cuerpo sufrió un escalofrío al estirar una de mis piernas y sentir el frío de la sábana que no alcanzaba a ocupar con mi cuerpo en la noche.
Lo primero que vi al abrir los ojos fue el techo blanco con el reflejo del día brillante que era. Al girar mi cabeza, me sobresalté. Harry yacía en el sillón de la esquina de mi habitación de la casa de mi padre. Se encontraba con el ceño fruncido mientras miraba concentrado su celular. Al sentir mi mirada, me miró y sonrió de costado. Su hoyuelo floreció y me dio ternura.
― ¿Qué haces aquí? ―pregunté con voz adormilada incorporando en la cama mientras apoyaba la espalda contra el cabezal de la cama.
―Buenos días a ti también, bella durmiente.
Rodé los ojos.
― ¿Cómo estás? ―volvió a hablar.
―Dolorida ―comenté bajando el tono de voz. Vi que se ponía de pie y me sentí mal al respecto―. ¿Dónde vas?
Se detuvo ante mi pregunta antes de abrir la puerta. Volteó y me miró con una sonrisa pícara. Le había gustado esa pregunta. Sabía perfectamente que quería su compañía.
―Iré a buscar algo que te he traído, no desesperes, Phie ―dijo burlón con brillo en sus ojos.
No pude evitar que una pequeña sonrisa se escapara de mis labios.
Cuando volvió a ingresar al dormitorio, en sus manos traía un chocolate grande y un kilo de helado. Lo miré sin entender.
¿Qué era todo esto?
Se sentó a un lado mío y me tendió una cuchara. Pude ver cómo sus grandes manos abrían el helado y me ofrecía. Chocolate, Crema Americana y Dulce de Leche. Mis tres gustos preferidos.
― ¿Comerás o no? ―preguntó con una sonrisa al ver que no hacía nada.
Tendí mi cuchara y saqué un poco de helado. Copió mis movimientos y ambos al comer, nos miramos a los ojos. No podía descifrar lo que sus ojos querían comunicarme.
― ¿Por qué has hecho todo esto?
―Sé que estás en estos días en donde necesitas un poco de amor y cariño ―sonrió con simpleza.
― ¿Y tú cómo sabes...? Nana ―me auto respondí y el rió asintiendo.
Nana era la señora que limpiaba en la casa de mi padre, antes trabajaba en nuestra casa familiar. Aunque mis padres ahora se habían separado, se turnaba para ir a ambas casas. Era como mi segunda madre y sabía que me encontraba un poco dolorida.
―Has tenido suerte que te ha dejado pasar porque si era mi padre... ―hablé apagando mi voz.
―Lo hubiese convencido ―afirmó.
― ¿Así? ―levanté una ceja mientras llevaba otro bocado de helado a mi boca―. ¿Cómo?
―Nunca sabrás eso, Sophie ―sonrió comiendo otro poco de helado.
Por un momento, se produjo un silencio cómodo. Mi vientre comenzaba a relajarse un poco. Agarré el chocolate y también era uno de mis favoritos. Nana había sido parte de este plan y luego debería hablar con ella.
― ¿Estás un poco mejor?
―Sí, un poco ―suspiré y dejé la cuchara de lado.
Lo miré por un momento mientras abría el chocolate. Me tendió un pedazo y negué con la cabeza.
―Te hará bien para los dolores ―aclaró y no pude evitar reír―. Lo digo en serio, Phie ―sonrió.
Volví a negar con la cabeza y él se encogió de hombros y comió un bocado. Lo miré masticar el dulce. No sé si eran mis hormonas o que pero tenía inmensas ganas de besarlo. Se percató de mi mirada y me observó. Esta vez sí pude interpretarla. Y podía asegurar que quizás estaba pensando lo mismo que yo. Mordió su labio inferior y sentí que algo en mí se contraía. Su mano se tendió hacia mí y sin dudarlo la tomé. Su otra mano libre corrió todo lo que se encontraba sobre la cama.
Gateé hasta él. Con su mano libre palmeó su regazo y sin pensarlo me puse a horcajadas sobre él. Apoyé mis brazos en sus hombros, enredándolos en su cuello. Mi pulso estaba un poco más acelerado que el ritmo normal. Sus manos rodearon mi cintura y comenzaron a masajearla con sus manos muy delicadamente. Cerré los ojos como acto reflejo y suspiré.
― ¿Sabes? ―comenzó a hablar en un susurro algo rasposo.
― ¿Mmh?
―Las mujeres en estos días se encuentran algo más sensibles... Y algo más, excitadas... ―susurró en mi oído mientras una de sus mano se colaba por debajo de mi remera larga haciendo que me dé un escalofrió por toda la columna vertebral.
No respondí nada ante su comentario. Eso ya lo sabía y en este momento lo estaba comprobando. Sus labios comenzaron a repartir besos suaves y húmedos por mi cuello. Su mano corrió un poco de la tela de la remera para tener más lugar para repartir sus deliciosos besos.
―Y sabes que podría aprovecharme de tu estado, ¿verdad?
Aquello me hizo abrir los ojos lentamente ya que me encontraba adormecida por sus caricias y su voz alucinante. Sus ojos estaban en otra dimensión. Más brillosos y algo más oscuros.
―Sin embargo, no haré nada que no quieras, cariño.
Subí mis manos a su cabello, enredando los dedos en él. En un momento, pude sentir nuestras respiraciones agitadas y nuestros labios se encontraban a un par de centímetros. Rozó sus labios con los míos como si de un juego se tratase. Moví mi cadera contra la de él y gruñó. Sonreí ganadora ya que yo también podía jugar.
Y en un solo movimiento, sus labios se estrellaron con los míos. Un beso totalmente apasionado, lleno de necesidad y algo de lujuria. Sus manos apretaron mi cintura para juntar más su cuerpo con él mío. Gemí ante ese gesto y pude notar su sonrisa contra mis labios. Ambos estábamos jugando a provocarnos. Tironeé de su pelo haciendo que gruñera y separara por un momento su boca de la mía. Abrió sus ojos y sonreí triunfante.
―Me estas volviendo loco, Sophie ―susurró sin aliento por el beso mientras aún lo tenía de los pelos.
Volví a unir nuestros labios de una manera feroz y totalmente necesitada. Sin pensarlo, moví mis caderas sobre las de él, sintiendo su intimidad en la mía.
―Le tendré que decir a Nana que no te deje pasar más ―susurré entre besos.
―No digas mentiras, Phie ―sonrió entre labios.
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Perdón por no actualizar después de mucho tiempo, tuve ciertos problemas familiares y la facultad me está volviendo loca al ser mi primer año. Lo siento mucho ♥ Trataré de actualizar como antes aunque ahora estoy en época de parciales.
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Unknown World||H.S
Fanfiction"―No lo haré. Él rodó los ojos ante mis palabras. ―Eres el suplente y no practicaré contigo ―refuté mi decisión. Rió pero su sonrisa se borró al hablar conservando el brillo en sus ojos verdes. ―Sin embargo, lo necesitas. Ahora cállate y bésame...