Unknown World||H.S

#31. Say Yes

Capítulo 31

SOPHIE

―Ha salido con un amigo―me había dicho su madre por teléfono.

Ese fin de semana se suponía que con Ben pasaríamos el fin de semana juntos. Sin embargo, me encontraba acostada en mi cama ya cambiada para salir. Pero él nunca había llegado. Me había dejado allí, olvidada entre mis cuatro paredes. Completamente sola, con la ropa arrugándose con el pasar de las horas y la fragancia del perfume se quedaba conmigo perdido en el ambiente. Una lágrima recorrió mi mejilla y sin pensarlo la removí rápidamente.

Decidí ponerme el pijama y meterme en la cama. Las sábanas recién cambiadas y frías hicieron tacto con mi piel. Me puse los auriculares y cerré los ojos. Dejé que la música ocupara totalmente mi cabeza tratando de dejar atrás el mal momento que había pasado y todos los malos momentos que me estaba haciendo pasar Ben porque no era la primera vez que me lo hacía.

Siempre había excusas, sin mencionar la distancia que era uno de los factores principales. Siempre debía estudiar o tenía otros compromisos. Sin embargo, horas más tarde de hablar tratando de que cambiara sus planes, veía fotos en sus redes sociales con un amigo o su grupo de amistades de siempre.

¿Me estaba evitando? ¿Cómo era posible que tuviese tiempo para el resto y para mí no cuando movía cielo y tierra por él y cinco minutos para solo pasar un rato?

Las lágrimas comenzaron una vez más y los sollozos acompañaban la triste melodía de la canción que sonaba. Noté que se abrió la puerta de mi habitación y era mi madre. Al verme así, no dijo nada y me abrazó. Ella estaba al tanto de todo lo que venía sucediendo esos días. Simplemente su abrazo hizo que llorara como si no hubiese un mañana.

―Aaron está en la sala, esperando por ti ―me comentó una vez que logré calmarme.

― ¿Qué hace aquí?

―Quiere hablar contigo ―se encogió de hombros.

Lavé mi rostro con agua fría y bajé en compañía de mi madre.

Aaron al verme supo que algo andaba mal. Me recibió con los brazos abiertos y yo me refugié en ellos. Su aroma que tanto extrañaba se mezcló con el mío. Era bueno tener a alguien como él en esos momentos donde uno no sabe hacia dónde debe ir.

Le conté todo incluyendo los pocos roces que había pasado con Harry. Él no se sorprendió, simplemente sonrió de manera pícara.

―No me preocupa que pasara algo con Harry ―comentó con una sonrisa.

―Ustedes fueron los primeros en decir que tuviese cuidado ―respondí confundida.

―Sus amigos son más peligrosos que él.

Mi celular vibró. Era Ben pidiendo disculpas. Rodé los ojos ante el mensaje y Aaron lo leyó para luego borrarlo.

―Termina con toda esta farsa, Sophie ―dijo devolviéndome el celular.

― ¿Y qué hay de ti?

―No dejo de pensar en Alisson ―admitió en un susurro y su sonrisa se borró.

Y silenciosamente lloró sobre mi hombro. Me contaba una y otra vez cuánto la amaba y cuánto la extrañaba. Escuchaba cada una de sus palabras y era lo que deseaba que alguien dijera por mí. Aaron estaba totalmente enamorado. Al final, ambos terminamos llorando por nuestros amores no correspondidos.

Luego de sacar todas nuestras penas y dolores, decidimos ir al cine a pasar un rato y despejar la mente. Aunque no sabíamos las sorpresas que podían aparecer en el centro comercial. Paré mi caminar y Aaron me miraba sin entender.

― ¿Qué sucede?

―Ben.

― ¿Qué sucede con él? ―volvió a repetir.

Señalé disimuladamente hacia donde se encontraba. Aaron siguió el punto y se sorprendió al igual que yo lo había hecho. Se encontraba riendo con un amigo. Una situación algo peculiar. Mi acompañante se dirigía hacia la zona y lo agarré del brazo. Le pedí que por favor se quedara conmigo. No quería escenas, menos luego de lo que había ocurrido hoy.

―Sólo quédate conmigo ―le supliqué a Aaron y así lo hizo.

Pero la mirada de Ben fue más rápida y se percató de nuestra presencia. Vi como le decía a su amigo que ya volvía.

―Sophie, no creí encontrarte aquí ―dijo incómodo y vio de mala manera a Aaron.

Me sujeté más al brazo de mi amigo y le di un apretón.

―Lo mismo digo ―contesté seca.

―Pasándola bien, ¿eh? ―dijo sarcástico Aaron mirando a su compañero que esperaba por su regreso.

Trató de sonreír amable pero yo no sentía nada. Solo impotencia.

―Vamos, Aaron ―susurré y lo dejamos atrás.

[...]

Dibujaba y al mismo tiempo jugaba con el pincel. Los pájaros cantaban y la sombra del gran árbol me cubría del resplandor del Sol. Apoyé por un momento mi cabeza contra el tronco del árbol y comí un bocado de mi almuerzo. Miré a mi alrededor y a lo lejos se veía a algunos alumnos que ya habían terminado con su almuerzo y salían a disfrutar el día soleado.

―Aún no me has respondido.

Subí la mirada y recorrí su silueta hasta llegar a sus ojos verdes, los cuales estaban entre cerrados por el resplandor del sol. Tomó asiento a mi lado y miró cómo pintaba el dibujo.

Y no, aún no le había dicho mi respuesta ante su propuesta. Sus palabras habían revoloteado en mi cabeza toda la semana que había transcurrido luego de vernos en la biblioteca pero algo me decía que no era bueno para mí, que no era bueno para una persona débil, enamoradiza e ilusionada como lo era yo. No quería tomar más riesgos de lo que ya estaba tomando con otra persona y ya me encontraba sufriendo.

Agarró delicadamente el pincel de mis dedos para pintar, en una letra muy pequeña:

"Say yes"

Le quité el pincel y pinté sobre sus palabras para borrar la frase. Agarró mi carpeta y comenzó a ver mis otros dibujos.

―Tienes talento ―admiró asombrado.

―Gracias.

― ¿Con qué otras sorpresas me encontraré? ―asomó una sonrisa en su rostro y se acercó unos centímetros.

―No puedo hacerlo, Harry ―susurré.

― ¿De qué hablas?

―No acepto el juego, Harry. Lo siento.