#22. Trago mágico

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Capítulo 22

SOPHIE

Dolía verlo y no compartir una sonrisa o idea cómplice con él. No me dirigía la palabra. Trataba de sonreírle pero solo recibía un semblante serio. No lo juzgaba por ello. Él había tratado de cuidarme y ahora estaba sufría las consecuencias porque estaba viviendo lo mismo de siempre. Muchas palabras pero nada de acciones.

Se encargaba de enviarme mensajes que decían que me querían y que me extrañaba pero ya habían pasado tres semanas de la última vez que nos habíamos visto. Y si, ya había llorado en silencio una vez más.

Al llegar a casa, mi madre me preguntó cómo me encontraba y decidí decirle que no quería hablar. Necesitaba estar sola. Ella me respetó y me dejó ir a mi habitación sin ningún problema.

El peluche que me había regalado Ben me miraba de una punta de mi dormitorio. Simplemente quería ahorcar al peluche y destrozarlo. Pero el regalo de un buen momento no tenía la culpa del presente que estaba viviendo.

Rebusqué entre mi ropa mi pijama y una toalla ya que quería bañarme. Y una prenda cae al suelo. El suéter de Harry que nunca había tenido la oportunidad de devolvérselo. Mis fosas nasales se complacieron con la fragancia de su colonia que aún conservaba la prenda. La doblé y volví a guardarla.

¿Por qué los seres humanos tendemos a querer lo que no podemos poseer? ¿Acaso es más atractivo la idea de luchar por ello lo cual sabemos que es imposible? ¿Creemos en el fondo de nuestro ser que un poco de dolor es necesario para estar vivo? ¿Sentir dolor es estar vivo? ¿Qué es estar vivo? ¿Qué es vivir la vida?

Nadie tiene la respuesta para aquello porque cada uno vive su vida como puede. Porque luchamos día a día tratando de darle un sentido a nuestra vida, porque o sino, ¿qué sentido tendría estar vivo?

Al terminar de bañarme, me cambié y me recosté en mi cama. Me coloqué los audífonos y puse música. Amaba escuchar música de noche y no hacer más que eso. Pensaba muchas cosas y también lograba distraerme.

"Te extraño"

Vi el mensaje al sentir que mi celular vibró contra mi pecho. Tenía intenciones de bloquearlo pero no podía hacerlo. Simplemente no le respondí.

Cuando trataba de dormir, mi cuerpo se encontraba inquieto. Estaba molesta y triste a la vez. No podía soportar la situación con Ben. Rebusqué entre mis prendas y agarré lo que estaba buscando. Me fijé que mi madre estuviera durmiendo y me escapé de mi casa.

[...]

Mi cuerpo temblaba del frío. El pijama no ayudaba para la noche fresca que ofrecía Londres. Dejé mi orgullo de lado y llamé a su celular ya que no tocaría timbre por el horario que era.

― ¿Hola? ―su voz adormilada y grave sonó del otro lado de la línea.

―Ábreme, me estoy congelando aquí afuera.

― ¿Sophie?

―Sólo ven a abrir la puerta, Harry.

Cortó la llamada. Pasaron unos segundos y no sentía movimiento. Si no venía, volvería a llamarlo. Vi que las luces de adentro se encendieron y la puerta se abrió. Un Harry totalmente adormilado y únicamente en bóxer me abrió la puerta.

No dije nada y me metí dentro de la casa. Sentía cómo me seguía con la mirada ya que yo había sido la primera en ir a su habitación y él me seguía por detrás. No era la primera vez que venía ya que habíamos pasado horas ensayando o hablando de temas personales.

Me senté sobre su cama que aún conservaba su calor corporal. Cerró la puerta y apoyó su cuerpo sobre ella. Ya se encontraba bien despierto y trataba de buscar alguna respuesta a mi presencia. Sentí su mirada sobre todo mi cuerpo y me cohibí un poco. Llevaba un short muy corto con una remera al cuerpo. Lo miré algo molesta.

―Phie, recuerda que soy hombre ―dijo en su defensa conservando el tono de adormilado.

Se acomodó la garganta y tomó asiento a mi lado pero apoyando su cuerpo contra el cabezal de su cama. Pero antes que pudiera acomodarse del todo, lo abracé.

―Sé que tienes razón pero no puedo dejarlo ir ―susurré sobre su piel caliente de su pecho.

Sentí que su cuerpo se ablandó ante mi tacto y una de sus manos acarició mi espalda.

Me separé de él y sólo la luz de la luna que se colaba por la ventana era lo que iluminaba su habitación. Me sentía como un animal en algún territorio extraño porque nunca había estado en esas horas en su casa. Me puse de pie y prendí su velador. Él me miró risueño, expectante a lo que hacía.

Comencé a recorrer su habitación mirando cada objeto que había. Me detuve en una botella que llamó mi atención y la agarré.

―Ni lo sueñes, Sophie ―advirtió a mis espaldas.

Lo miré risueña. Sus ojos eran brillantes y podía jurar que los míos estaban igual.

― ¿Por qué no?

Se levantó y caminó hasta estar cerca de mí. Trató de sacarme la botella pero la puse detrás de mi cuerpo haciendo que se quedara más cerca de mí.

―Sólo un trago ―susurré cerca de sus labios inocentemente.

―Sólo uno ―advirtió con tono agitado.

Bajo su mirada y aún cerca de mi anatomía, destapé la botella. Tomé un sorbo de la bebida y quemó mi garganta. Había sido asqueroso y sabía que mi rostro lo había demostrado por la risa que había dejado escapar Harry. Un fuego subió y bajó lentamente por mi cuerpo.

Sacó la botella de mis manos y la depositó en otro lugar que con mi altura era imposible de llegar.

― ¿Y para esto te has escapado de tu casa? ―preguntó volviéndome a ver.

Reí por lo bajo y negué con la cabeza. Tomé su suéter que lo había dejado sobre su cama y se lo entregué.

―Nunca había tenido la oportunidad de devolvértelo ―y bostecé.

―O quizás no lo querías hacer ―comentó pícaro.

Le quería pegar juguetonamente en su pecho pero su mano fue más rápida en detener el movimiento.

―Podríamos ensayar ―dije sin contener las palabras y mi vista estaba perdida en sus labios que relucían con la tenue luz.

―Sophie, son las tres de la mañana ―dijo entre risas―. Creo que a alguien le afectó tomar ese licor mágico.

― ¿No quieres besarme?

Su respiración se cortó por un momento y supe su respuesta.

―Sophie, debes dormir.

Me ayudó a entrar a su cama y lo vi que se iba a ir.

―Quédate.

Él me miró.

―Tú quédate, debes descansar y no cometer errores por culpa de un tercero. Duerme, Phie.


Unknown World||H.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora