Unknown World||H.S

#11. Bounce

Capítulo 11

SOPHIE

Mis palabras y resistencia habían sido en vano. Harry no había dejado de insistir en su juego infantil de preguntas y terminé aceptando. Sin embargo, me tomó por sorpresa. No hablaba simplemente de un juego de preguntas sino que también incluía un partido de Ping Pong en uno de los bares más reconocidos en dicha actividad de Londres. El cartel de Bounce se encontraba a nuestro lado cuando Harry buscó algún lugar para aparcar.

Cuando entramos al lugar me sorprendí del ambiente que había allí. Elegante, sofisticado y gente jugando al entretenido juego.

―Podrías haber mencionado el hecho de cambiarme de ropa ―murmuré viendo alrededor.

Él me miró y se señaló. Estaba tan informal al igual que yo. Por lo menos no me había dejado sola en ese aspecto.

Harry iba unos pasos delante de mí mientras lo seguía. La gente disfrutaba de su momento libre. Algunos alentaban a los jugadores y otros lo vivían como una pasión. Había un gran número de mesas que estaban para jugar, de las cuales la mayoría estaban ocupadas. Suspiré cuando vi que Harry ya había encontrado una para nosotros y me esperaba con los instrumentos necesarios para el partido en las manos.

Reí por su sonrisa traviesa mostrando los objetos e indicándome mi lugar de juego.

―Si pretendes que será un juego interesante, debo decirte que te equivocas. Soy horrible en este juego ―susurré sacando mi paleta de sus manos y yendo a mi lugar.

―Nunca es tarde para aprender ―guiñó su ojo.

Preparó su posición para tirar pero se detuvo.

― ¿Sabes las reglas?

Lo miré obvio.

―Soy mala pero las sé ―dije abriendo los ojos.

―Haremos así. Si ganó un punto, yo preguntaré. Si tú ganas un punto, tienes derecho a preguntar.

― ¿Y si no gano nunca? ―dije risueña porque sabía que existían esas probabilidades.

―Siempre hay suerte de principiante.

Por alguna razón, me parecía divertida su propuesta. Cuando comenzó el juego, mi corazón comenzó a latir más fuerte de la adrenalina. No sabía a lo que me estaba enfrentando y mi poca habilidad en el juego no ayudaba a la situación.

Los primeros pases fueron buenos, costaron pero lo estaba logrando. Pero todo lo bueno no dura para siempre. Su sonrisa risueña se reflejó en su cara cuando perdí.

―Veamos... ―decía mientras picaba la pelota contra la mesa―. ¿Tienes hermanos? ―dejó de mirar la bola blanca y clavó mi mirada en mí.

Largué un suspiro cuando escuché sus palabras. Pensé que su pregunta podía ser más perversa.

―No, soy hija única.

Sonrió satisfecho y comenzamos a jugar nuevamente. No sabía cómo pero no recordaba haber implementado tanto mi juego en el ping pong. No me recordaba bastante buena para ser principiante.

― ¡Sí! ―exclamé extendiendo mis brazos hacia arriba cuando Harry no pudo pegarle.

Rió por mi comportamiento. Mostró sus manos en modo de rendición y aceptando que perdió.

―Veamos... ―lo imité con las mismas acciones y él carcajeó por lo bajo.

Pensé mientras picaba la pelotita.