Unknown World||H.S

#35. Ducha fría y sorpresa inesperada

Capítulo 35

SOPHIE

Me encontraba sentada sobre su cama mientras lo veía caminar solo con su ropa interior mientras andaba en la búsqueda de una toalla para la ducha fría que estaba necesitando. Sabía que el andar con el torso desnudo implicaba que mi temperatura subiera más de lo que estaba por la anterior situación. Tenía una sonrisa perversa y se agrandaba cuando miraba su rostro con cara de odio.

Tres golpes sonaron a través de la puerta.

―Harry, soy Ben. ¿Estás allí?

Con Harry nos miramos y comencé a temblar de los nervios. Agarró mi mano y prendió la ducha. Cerró la puerta del baño y me incitó a que me metiera en la ducha con él para luego cerrar la cortina de la bañera. Me sobresalté cuando el agua congelada tocó mi piel y su mano cubrió mi boca para que no emitiera sonido.

―Estoy en el baño, pasa ―gritó y me volteé para mirarlo de mala gana al dejarlo pasar.

―Siento molestarte Harry pero ¿has visto a Sophie? Habíamos quedado en salir.

―Lo siento, Ben ―sonreía mientras le mentía a su primo―. No la he visto por aquí.

―De todos modos, gracias Harry. Si la ves, dile que la he estado buscando.

―Lo haré ―negaba con la cabeza mientras me miraba.

Sus cabellos mojados se pegaban a su rostro y no pude contener las ganas de pasar mis dedos por él y despejarle la cara. Su perfume aún se podía percibir sin importar cuán mojado se encontrara su cuerpo. Sus brazos me abrazaron desde la cintura para acercarme más hacia él. Ambos mojados y con la ropa puesta bajo la ducha.

―Claro que no le avisaré si te he visto ―susurró cerca de mis labios.

― ¿Por qué? ―susurré con una sonrisa.

― Porque ni tú ni yo desea verlo en este instante ―y me besó con pasión.

En ningún momento del baño se sobrepasó conmigo. No fueron más que besos y una ducha con ropa. Quizás en algunos momentos, sus manos bajaban por debajo de mi cintura hasta llegar a mis glúteos. No me había quejado de aquello porque se sentía bien y a la vez me gustaba que sea un poco atrevido.

Me dejó una toalla para poder secarme y me dio mi espacio en su baño para cambiarme con una remera de él. Su perfume impregnado a la prenda era algo que me enloquecía por completo. Cuando salí del baño, él se encontraba sentado en su cama con la mirada concentrada en su celular. Llevaba solo un pantalón corto y el torso nuevamente desnudo.

―Gracias por esto ―agarré el final de su remera con mis puños.

Él levantó su vista y sonrió al verme. Ese ceño fruncido que tenía al ver su celular había desaparecido. Caminó para acercarse hacia mí y estar enfrente de mí. Su dedo índice acarició mi mejilla haciendo que inclinara mi cabeza hacia un lado por la caricia.

―Estás hermosa ―susurró.

Sostuvo mi mentón con su mano y unió nuestros labios en un beso tierno e inocente. Enredé mis brazos por detrás de su nuca y profundicé el beso. Sus manos bajaron un poco más de mi espalda hasta llegar a mis glúteos. Sonrió ante el tacto y se separó de mí con unos centímetros de distancia.

― ¿No llevas ropa interior?

Sus ojos brillaban con picardía y acompañaba con una sonrisa. Mordí mi labio inferior y él lo sacó mientras remarcaba con su pulgar.