Unknown World||H.S

#41. Sensaciones traicioneras

Capítulo 41

SOPHIE

―No hay un nosotros, Harry.

― ¿No hay un juego entre nosotros? ―su dedo comenzó a bajar por mi columna lentamente e iba a adentrarse por debajo de su remera.

Detuve su toque poniéndome boca arriba.

―No lo hay ―susurré.

― ¿Segura? ―y se puso arriba de mi cuerpo sin poner su peso sobre mí.

Asentí con la cabeza.

―Entonces se supone que si yo hago algo como esto ―y besó mi cuello lentamente, un beso húmedo y totalmente seductor ―no debería de pasar nada, ¿no es así, Phie? ―dijo en tono burlón porque podía notar mi piel erizada.

Mordí mi labio para contener el suspiro.

―O si mi dedo juega por tu piel... ―paseó desde mi cuello, siguió por mis brazos, bajó a mi vientre y no tuve fuerzas para detener su toque por debajo de la remera.

Su dedo jugó con el borde de su ropa interior que me había prestado.

―Harry, detente ―susurré con un hilo de voz.

―Tranquila, hoy estás débil y nunca me aprovecharía de ti ―besó suavemente mi mejilla―. Simplemente quería demostrar que yo estaba en lo cierto.

Gruñí cuando su toque abandonó mi piel.

―Descansa ―dijo una vez que me ayudó a adentrarme nuevamente entre sus sábanas.

―Quédate ―le pedí con algo de vergüenza.

Y se recostó a mi lado.

[...]

― ¿Qué sucede? ―Harry me miró cuando detuvo el auto por un semáforo.

―Mi madre querrá matarme cuando se entere de todo lo que ha sucedido ―oculté mi rostro en mis manos.

―Tranquila, estaré allí contigo para explicarle lo que ha ocurrido ―apoyó su mano en mi pierna en modo de consuelo y no pude evitar ver el gesto.

[...]

―Lo importante es que no ha sucedido nada ―comentó mi madre luego de escuchar las palabras de Harry.

Sonreí incómoda y traté de comunicarle a Harry, a través de mi mirada, que saliera de mi casa lo antes posible. Y así lo hizo. Lo seguí con la mirada hasta que abandonó mi casa. Sentí la mirada furiosa de mi madre y volteé a verla.

― ¿Crees que me creeré el cuento que Harry acaba de inventarse ahora?

Harry había dicho que a último momento me había acordado de un trabajo que debía entregar mañana que debía hacer con su ayuda y no podía dejar de hacer las cosas y no entregar el mismo. Claro, debía escaparme toda la noche para un trabajo. Gran mentira, Styles.

―Creí que había sido clara en que no quería que se vieran más. Has cambiado desde que estás a sus alrededores, Sophie.

― ¿Cómo quieres que evite verlo? Somos compañeros de curso, mamá.

―No me interesa eso. ¿Qué ha ocurrido con mi hija ejemplar?

― ¡No he cambiado! ―dije ya enojada.

―Te prohíbo que lo veas de nuevo, Sophie.

Y suelen decir que lo prohibido atrae. En este caso, creo que no era la excepción.