Piero logró quedarse dormido una hora después, no podía evitar sentirse tonto por el hecho de sentirse satisfecho de que a Anna le gustaran sus ojos, pero era así, le gustaba la idea de gustarle. Cuando despertó, alrededor de las cuatro de la tarde se reunió con Ignazio en la habitación de Gianluca, allí pidieron la comida, su manager estaba tan molesto que no había querido verlos después de reprenderlos ese día. Gianluca e Ignazio se sentían bastante culpables por haber provocado que la gira promocional se retrasara, y Piero fingió que también le molestaba aquello, pero en realidad quedarse en México un par de días más le resultaba algo muy grato.
–Lo de anoche fue extraño– dijo Ignazio mientras daba un sorbo al vaso de agua que tenía sobre la mesa –me refiero a lo del tipo que intentó agredir a la muchacha, no recuerdo su nombre...–
–Anna– dijo Piero de inmediato.
–Sí– dijo Gianluca –¿A qué se refería con que otra vez? ¿Acaso ya se habían encontrado antes y habían discutido?–
Los dos estaban a la expectativa de la respuesta de Piero.
–La verdad es que –dijo Piero muy sereno y tratando de restarle importancia a todo lo sucedido– hace algunos días ella estaba huyendo de ese tipo, chocamos y no pude evitar defenderla cuando el tipo la quiso agredir, eso es todo, ha sido una gran coincidencia volvernos a encontrar...
Sí que ha sido una gran coincidencia –dijo Ignazio– es obvio que ella es fan... a pesar de que ahora nos costará dos días de retraso la pasamos muy bien–.
–Sí que estuvo divertido– dijo Gianluca –además, creo que la recuerdo de la firma de autógrafos, a Anna, juraría que ella fue la que me dejo la carta...–
–No creo que haya sido ella– dijo Piero tratando de evadir el tema –además, ya casi nos vamos, ¿Qué importancia tiene?–
–Tienes razón –dijo Gianluca –¿Me pasas la ensalada?–
Los muchachos continuaron con su comida, y Piero por alguna razón no quería que Gianluca supiera que era Anna quien le había dado aquella carta.
Cuando Anna y las chicas despertaron, llamaron a un restaurant de comida china para ordenar algo y sentarse todas a la mesa. Rocío recordaba muy poco de la noche anterior, Andrea y Karina no podían creerse que hubieran estado conviviendo con chicos famosos, (juraron que a partir de ese día se convertirían en Ilvolovers) y Anna quien tenía un ligero pero constante dolor de cabeza era quien menos podía creer haber estado tan cerca de sus ídolos, de repente se le ocurrieron mil cosas que pudo haber hecho, cosas como haber besado a Gianluca, ella solía decir que la vez que lo tuviera enfrente lo besaría, total jamás lo volvería a ver, o haberle dado un abrazo de oso a Ignazio... mil ideas de cosas grandiosas que pudo haber hecho cruzaron por su mente.
Cuando terminaron de comer las chicas se despidieron de Anna prometiendo estar en contacto por internet, Rocío al parecer pasaría las vacaciones con sus papás en el Caribe, Karina visitaría a sus abuelos en Cuba y Andrea volvería a su hogar. Anna cerró la puerta del departamento quedándose totalmente sola, la soledad no era su mejor aliada, la hacía sentir miedo, tenía el departamento para ella sola, Mónica ya se había ido hacia un par de días, y ahora ella no sabía qué hacer, el semestre ya había terminado, se sentó sobre el sofá de la sala, tomo una libreta para enumerar sus posibilidades:
1. Regresar a casa
2. Quedarse en la capital y buscar un empleo durante el verano
3. Aceptar la invitación de Karina e irse con ella a Cuba
Miró su libreta y lanzó un resoplido. Regresar a casa significaba ver a su madrastra, una mujer que desde que su papá se había unido a ella le había hecho la vida muy miserable; regresar a casa también significaba ver al padre que amaba y a quien hacía casi un año que no miraba, ya que durante las vacaciones navideñas se había ido a Veracruz con la familia de Mónica. Su segunda opción quedarse en la capital y conseguir un empleo, la asustaba, todos sus amigos ya se estaban yendo y además en la capital vivía Sergio, no podía ignorar el hecho de que había estado acosándola. Y por último, irse con Karina a Cuba era la opción que más le agradaba, amaba viajar, pero tenía dos inconvenientes, primero, su papá desde hacía un par de meses le había recortado la mensualidad y eso la dejaba con muy poco dinero, y segundo, lo extrañaba. Aventó la libreta a un lado en señal de fastidio, tomó el control de la tv y comenzó a cambiar canales, no había nada interesante para ver, se levantó y fue a su recamará por su móvil que había muerto la noche anterior y que ahora estaba cargándose, lo encendió y sintió escalofríos al ver 17 mensajes, todos de Sergio, todos decían casi lo mismo y habían sido enviados ese día entre la 1 y las 3 de la mañana. "Tú y yo tenemos mucho de qué hablar, lo haremos cuando estés solita, sin defensores, ni nadie más, en tu departamento quizá..." Anna aventó el teléfono a la cama y corrió a la entrada para asegurarse de que la puerta estuviera bien cerrada, se asomó por la ventana hacia la calle pero no veía nada extraño, aquello no podía continuar así, no debía permitir que Sergio arruinara su existencia. Llamo a su papá, hacia un par de semanas que no hablaba con él, escuchar una voz familiar seguramente la sacaría del estado de nerviosismo en el que Sergio la había sumido. La voz de su padre sonaba extrañada pero feliz al percatarse de que era ella, Anna le expresó su deseo de pasarse el verano con ellos y su intención de viajar esa misma tarde, pero a su papá al parecer no le había agradado mucho aquello.
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Il Love
Fanfiction¿Quién no ha tenido un crush en algún cantante alguna vez? Les invito a leer Il Love, una historia de amor que narra la vida de Anna, quien desde que se enteró que su banda favorita llega a su país hace hasta lo imposible por ir conocerlos, pues es...