EDITADO.
[Libro #1 de la saga "About Werewolves and Witches"]
Scott y Meredith McCall eran adolescentes normales, acostumbrados a la aburrida cotidianidad ofrecida por su ciudad natal, Beacon Hills. Pero todo cambió la noche en que uno de ellos...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
|| Deseo sexual en primera línea.
Stiles.
Como ya es costumbre, el molesto sonido del maldito silbato del entrenador Finstock pone a cada miembro del equipo de lacrosse en un estado de alerta y pone fin cada conversación que creaba el bullicio en los vestidores de chicos.
Sentado en una de las bancas, al lado de mi mejor amigo, dirijo la mirada al punto en donde vislumbro la inigualable cabellera despeinada del entrenador.
—Muy bien, genios. Escuchen —inicia su discurso el señor Finstock—. Debido a la reciente epidemia de conjuntivitis, gracias, Greenberg —dice sarcástico y molesto—, las siguientes personas serán titulares a prueba —anuncia, logrando que la emoción y la expectación se apoderen de todo mi ser, le ruego a Dios por que este sea mi día de suerte—. Y hago énfasis en las palabras "a prueba" —repone, sacando un pedazo de hoja del bolsillo de su pantalón; cruzo los dedos
»Rodríguez. Bienvenido a la titularidad —le felicita sin entusiasmo, varios aplaudimos al compañero—. Taylor y... —Formo un puño con mi mano y muerdo el nudillo de mi dedo índice, por favor que diga mi nombre, por favor que diga mi nombre—. Por el amor de Dios. No entiendo ni mi propia letra —se queja el entrenador tras unos segundos en silencio—. ¿Esto es una "S"? —Mi fuero interno grita—. No. Esto no es una "S". —Mi fuero interno se sienta—. Es una... Es una "B". Esta letra definitivamente es una "B" —se dice a sí mismo. Rayos, estuve tan cerca—. Rodríguez, Taylor y Bilinski.
Levanto la cabeza de golpe, ignoro el calambre que quiere tomar poder de mi cuello. La emoción y la exaltación van apareciendo de a poco hasta que son todo lo que corre por mis venas. Con un salto me pongo de pie y grito emocionado, extasiado. No puedo creerlo, ¡soy titular! ¡Voy a jugar! ¡Soy titular!
—¡Sí! ¡Ujuuu! —celebro por lo alto.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
