EDITADO.
[Libro #1 de la saga "About Werewolves and Witches"]
Scott y Meredith McCall eran adolescentes normales, acostumbrados a la aburrida cotidianidad ofrecida por su ciudad natal, Beacon Hills. Pero todo cambió la noche en que uno de ellos...
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|| Desastre en la cafetería.
Para cuando la hora del almuerzo llega no he podido disuadir a Scott de sus tortuosas ideas sobre haber lastimado al sujeto de la camilla, aunque el estado del hombre y las condiciones del autobús escolar indican todo lo contrario a lo que yo le digo. Aun así no dejaré que mi mejor amigo se consuma en la culpa.
Después de todo, mi teoría sobre que tuvo una premonición muy al estilo «Destino Final» ha cobrado fuerzas. Sería muy cool si en verdad resulta que tengo razón al respecto.
—Quizás el sueño fue solo parte de un recuerdo. Uno muy traumático —insiste Scott mientras buscamos una mesa vacía en la cafetería.
—Pero los sueños no son recuerdos —le digo por enésima ocasión al tiempo que encontramos una mesa y nos sentamos el uno frente al otro.
—Entonces no fue un sueño. Algo pasó anoche y no puedo recordar qué fue.
—¿Saliste anoche?
Scott y yo brincamos sobre nuestros lugares, nuestras miradas viajando en la misma dirección solo para encontrarnos con su hermana sentada justo a mi izquierda. Ella sostiene una naranja a medio pelar.
Este es el tercer mini infarto del día.
—¿Qué haces aquí? —pregunto con voz ahogada.
—Almuerzo —me dice en un susurro que apenas alcanzo a oír, aunque parece más una pregunta—. Entonces, ¿mamá sabe que saliste anoche? —le pregunta a Scott, quitándole a su naranja la cascara.
Mi mejor amigo y yo nos dedicamos una mirada inquisitiva antes de que él responda en un balbuceo—: Uh, no. Por favor no le digas.
Meredith encoge los hombros.
—¿Y qué es lo que no logras recordar?
—Es lo que tratamos de averiguar —respondo al ver que Scott no sabe qué decir.
—Oh.
Silencio incómodo. Silencio incómodo y largo. Muy largo.
—Entonces, uh, ¿no vas a comer con tus amigas? —inquiere Scott finalmente.
