XLII. Cita grupal en la pista de hielo.

8.6K 882 510
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

|| Cita grupal en la pista de hielo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

|| Cita grupal en la pista de hielo.


Resoplo por millonésima ocasión, malhumorado, y mi fuero interno me pregunta por qué rayos no fui más específico cuando invité a salir a Mer, pues de haberlo sido, de haberle dicho que era una cita doble y no una cita grupal, ella definitivamente no habría incluído a Lydia en el plan.

Frunzo los labios, continuando con mi reprimenda hacia mí mismo, y enciendo las luces de la pista de hielo. A su vez, Scott sostiene la puerta para darles el pase a las tres chicas que nos acompañan. La risotada que la pelirroja suelta por algo que Allison dice me provoca virar los ojos con exasperación a la par en que mi fuero interno le grita con suma frustración que ella no debería estar aquí.

—Ve el lado bueno, mi hermana está aquí y vas a poder pedirle que sea tu novia —me dice Scott en voz baja al pararse a mi lado—. Y aunque lo apruebo, no quiero verlo. Así que voy a quedarme con Allie —añade con un ademán de manos.

—Pero antes vas a ayudarme a apartar a Lydia de Mer, ¿cierto? —Él hace una mueca, se rasca la cabeza y encoge los hombros—. Oh, ¡vamos! —exclamo—. Tú y Allison ya son pareja, se la pasan bien, tienen citas y se divierten juntos. ¿Sabes quién más quiere pasarla bien y divertirse? ¡Stiles! ¡Stiles quiere pasarla bien! ¡Con Meredith! Stiles quiere divertirse muchas, muchas veces. Muchas veces seguidas, en diferentes posiciones...

—¡Oye! —me interrumpe, dándome un golpe en el hombro—. Es mi hermanita de la que estás hablando.

Yo reprimo las ganas de quejarme por lo alto, pero no reprimo para nada la expresión de dolor que se forma en mi rostro. Me golpeó con bastante fuerza, es una suerte que no me haya dislocado el hombro.

—Lo siento. Olvida esa última parte —le pido con voz ahogada, sobándome el área adolorida—. Pero en serio, ayúdame con Lydia. De lo contrario no podré hablar a solas con Mer.

Scott suspira con pesadez.

—Haré lo que pueda. —Yo lo miro agradecido—. Pero si te vuelvo a oír hablando de esa cosa de la diversión, te voy a castrar y te tumbaré todos los dientes de un solo golpe —añade con absoluta seriedad a la par en que me fulmina con la mirada, lo cual juro por mi madre no es nada necesario para que yo le crea al cien por ciento.

About Werewolves and Witches | Teen WolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora