EDITADO.
[Libro #1 de la saga "About Werewolves and Witches"]
Scott y Meredith McCall eran adolescentes normales, acostumbrados a la aburrida cotidianidad ofrecida por su ciudad natal, Beacon Hills. Pero todo cambió la noche en que uno de ellos...
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||Encuentros con extraños.
Al día siguiente no me senté con Allison y Lydia durante el almuerzo, ni siquiera comí pues me la pasé buscando al tarado de Scott, ya que estaba demasiado molesta con él y quería hacérselo saber. El muy maldito se atrevió a salir de la casa sin mí, se levantó más temprano y se fue sin avisarme siquiera. Lo peor de todo es que mi bicicleta estaba completamente destruida y no entiendo cómo pasó, pero a causa de ello tuve que caminar hasta la escuela. ¡No se suponía que yo hiciera ejercicio de nuevo hasta dentro de diez años! Además, la tarde anterior, cuando llegó del trabajo, me dijo que había ido con Stiles a la reserva a buscar su inhalador pero se olvidó de buscar mi cámara de video.
No quería ni ver la fea cara de mi hermano, pero como mi bicicleta había muerto me vi obligada a ir a la escuela sentada entre el espacio de los manubrios de la bicicleta de Scott, por lo que mi enojo duró toda la semana. Salvo por los momentos en los que él no estaba cerca, solo entonces me permitía relajarme y sonreír. En especial cuando descubrí que comparto la mitad de mis clases con Allison y lo agradable que ella es, todo lo contrario a Lydia, quien me tiene un poco harta, hoy en el almuerzo ella se veía bastante interesada en saber más sobre mi hermano.
No puedo creer que Stiles sienta algo por ella, que la vea y no se dé cuenta de lo doble cara que ella es ni lo cruel que puede ser con los que estamos en un nivel inferior en la jerarquía de la escuela preparatoria. Simplemente no puedo creer que Stiles esté enamorado de Lydia Martin y no de mí.
Con un suspiro me dejo caer en las gradas y saco mi cuaderno de bocetos, abriéndolo en busca de una página en blanco.
—¡Wow! ¿Tú los hiciste?
Doy un respingo al escuchar una conocida voz detrás de mí. Es Allison y a su lado, como siempre, está Lydia; ambas observan atentas mis dibujos, algo que realmente no quiero que hagan ni ellas ni nadie, por lo que cierro de inmediato el cuaderno, a pesar de que ellas dieron un largo vistazo al rostro de Stiles que abarcaba toda la página.
Allison mira más allá de mí, al campo, y luego enarca una ceja. Abre la boca para decir algo pero al mismo tiempo el silbato del entrenador suena y aprovecho la oportunidad para darle la espalda y observo atenta los primeros cinco minutos de la primera eliminatoria del equipo antes de abrir mi cuaderno de bocetos en una página en blanco y sacar el ya pequeño lápiz que uso para dibujar.
