EDITADO.
[Libro #1 de la saga "About Werewolves and Witches"]
Scott y Meredith McCall eran adolescentes normales, acostumbrados a la aburrida cotidianidad ofrecida por su ciudad natal, Beacon Hills. Pero todo cambió la noche en que uno de ellos...
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|| Derek "sexy" Hale.
Ya que mamá tiene el turno de la tarde y no estará libre hasta en la noche para el partido, el tonto de Scott me obligó a venir con su mejor amigo a su casa muy a pesar de que le dejé bien en claro que no necesito un niñero. Él va a robar el collar de su exnovia mientras yo quedo como una mala amiga con Lydia, ya que no estoy apoyándola ahora que su novio rompió con ella. Aunque tampoco es como que ella luciera muy afectada al respecto.
Sin embargo, pude haber puesto mucha más oposición cuando mi hermano me dio la orden de irme con su mejor amigo y también cuando Stiles me preguntó si ya estaba lista para irnos de la escuela.
Así que ahora estoy subiendo las escaleras de su casa, con él justo detrás de mí, mientras intento no tener un colapso mental. ¡Estoy en casa de Stiles! ¡Estoy caminando hacia su habitación! ¡Estoy entrando a su habitación!
Me siento como en un sueño.
Inhalo hondo al cruzar el umbral, deleitándome con el aroma del cuarto. Huele a Stiles, aunque eso es obvio, él vive aquí. Cielos. No puedo creer que estoy en su habitación.
—Puedes sentarte donde quieras —me dice, dejando caer su mochila a medio camino antes de ir a sentarse frente a su escritorio y su laptop.
—Gracias —mascullo en respuesta.
Observo con atención el color de las paredes, el dibujo de un tipo en snowboard, la decoración, el color del cobertor en la cama, a Derek parado detrás de la puerta... Esperen, ¿qué?
Me quedo estática al pie de la cama, con los ojos bien abiertos y fijos en el hombre lobo. ¿Por qué está aquí? ¿Y por qué me ve de esa manera?
Estoy por hablarle a Stiles, hacerle saber que no estamos solos aquí, pero la voz de su padre llamándolo se me adelanta. Dejo caer mi mochila a mis pies.
—Hey... pa-Derek —titubea al girar la silla y darse de frente con la visión del mencionado detrás de su puerta, quien le hace una seña para que guarde silencio y otra que no comprendo pero Stiles sí, pues en un segundo está de pie, corriendo hacia la puerta para entrecerrarla, quedando él entre ésta y el marco de madera.
