EDITADO.
[Libro #1 de la saga "About Werewolves and Witches"]
Scott y Meredith McCall eran adolescentes normales, acostumbrados a la aburrida cotidianidad ofrecida por su ciudad natal, Beacon Hills. Pero todo cambió la noche en que uno de ellos...
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|| Inocente hasta probar lo contrario.
Meredith.
Llego a las prisas al salón de química, escaneándolo en busca de un asiento libre y lo encuentro gracias a que tanto mi hermano como Stiles me hacen señas para que me siente en la mesa de trabajo delante de la suya. En la mesa en frente de esa, se hallan juntas Allison y Lydia, quienes me sonríen cuando paso por su lado.
—Hola Mer —Stiles me saluda en cuanto halo el banquillo, pero yo apenas lo miro por un segundo—. ¿Está molesta conmigo? —lo oigo preguntar en un susurro.
—Está molesta con todo el mundo —contesta Scott casi suspirando.
Yo no estoy enojada con Stiles, simplemente me da mucha vergüenza estar cerca de él debido al hecho de que me vio desnuda hace una semana, por eso lo he estado evitando a toda costa. Y tampoco estoy enojada con Scott, es solo que regresar a la escuela después de pasar tres días corriendo desnuda por la ciudad me convirtió en el tema principal de chismes y rumores, a cada rato oigo a alguien teorizando que tan necesitada de atención debo estar o que tan loca soy para haber hecho algo como eso.
Cuando el señor Harris nos pide que abramos nuestros libros en el capítulo siete yo hago caso y me concentro en prestar atención a la clase, cosa que dura apenas unos cuantos minutos pues el dúo dinámico sentado detrás de mí no tarda en empezar a cuchichear y mi yo chismosa quiere enterarse de lo que sea que estén conversando.
—¿Por qué Derek escogería a Isaac?
—Quizás los adolescentes tengan mejores oportunidades de sobrevivir a la mordida —le responde Stiles a mi hermano.
—Y el que él sea un adolescente ¿significa que tu papá no puede retenerlo?
Yo frunzo el ceño, simulando como que estoy escribiendo algo en mi cuaderno mientras me esfuerzo por no perderme ni una sola palabra de su charla.
—Bueno, no a menos que tengan evidencia sólida. O un testigo...
Con eso mi curiosidad está en su punto máximo y necesito explicaciones de por qué el sheriff retendría a Isaac, de modo que me giro sobre mi asiento y me inclino hacia la mesa de ellos.
