Sangre [SANGRE & ACERO #1]

Capítulo 3 - ¿Vampiros?

- ¿Ya me has perdonado? - Dije por decimoquinta vez.

-¿Que como se llama el vecino de al lado? - Suspiré. Llevaba diciendo frases sin sentido o simplemente ignorándome desde lo de la cafetería.

No es que no entendiera su enfado, pero ya han pasado 6 horas, se le tendría que haber pasado, ¿no?

-Aiden no quería decir eso, sabes que te lo cuento todo.

-Eso no me lo contaste, y era algo importante.

-Sabía tu reacción, no quiero que te metas en más problemas por mi culpa. -Le expliqué cansada, había perdido la cuenta de las veces que se lo había repetido.

- ¡¿Es que no te das cuenta?! -Dijo acercandose a la vez que pegaba un puñetazo a la pared. - Aunque nos peleemos, te odie casi todo el tiempo y me enfades, eres lo más importante en mi vida, tú y mamá, no puedo dejar que os pase nada.

Me limité a mirarlo, sabía que desde que se fue papá se había tomado muy en serio eso de protegernos, sobre todo a mí.

-Crees que habrá .. ¿Cambiado? - Y al fin solté la pregunta que me estaba dando vueltas en la cabeza desde que llegué.

-Eso espero, si no, nos largamos.

No dije nada más y salí de su habitación, dándole un beso en la mejilla.

La tarde transcurrió más rápido de lo esperado, tenía tantos deberes y cosas por hacer que ni siquiera me dio tiempo a ver la luz del Sol.

Cuando me quise dar cuenta ya estaba dormida.
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- ¡SOPHIE JODER LLEGAMOS TARDE! - La voz de mi hermano resonó en mi oreja, miré el reloj, hoy si que era verdad, tenía exactamente 10 minutos para prepararme.

Entré en la ducha, le di al agua sin importarme como estuviera, y me congelé pegando un grito, me sequé lo mas rápido que pude y fui a ver la ropa, me puse unos leggins y un top de esos ajustados para hacer gimnasia, nunca he sabido el nombre.

Corrí escaleras abajo comiendome la tortita que mi madre había echo y salí por la puerta aun con ella en la boca, encontrandome con mi hermano ya subido en la moto.

-Me siento como el puto flash. -murmuré para mi misma y después me subí en la moto. Otro día de rutinas allá vamos.
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Genial, educación fisica, a primera hora. La mente perturbada que haya ideado estos horarios de verdad nos odia. La buena noticia? Que estaba con mi hermano, y nuestro trabajo en equipo es legendario en este instituto.

-Muy bien ratas de cloaca, dos equipos mixtos fútbol americano, un partido para calentar.- Murmuró el profesor, acercándose.

¿Nos acaba de llamar ratas de cloaca?

Sonreí cuando mi hermano se puso de capitán y empezó a elegir, obviamente me eligió la primera. No me gusta ser vanidosa, pero está claro que íbamos a ganar.

Os diría quién está en cada equipo pero la verdad que no conozco a nadie. Sólo sé que en mi equipo está el chulo con ojos verdes, el nuevo, creo que era James. Y en el equipo contrario.. Mierda.

Esos ojos azules de nuevo, mirando con .. ¿Odio? ¿Que coño le pasa a ese imbécil?

Lo ignoré porque me estaba empezando a poner nerviosa, y no me gustaba.

- Colocaros en vuestros puestos! -Gritó el entrenador/Sargento.

Me coloqué justo delante de mi hermano, y empezó el partido.

Mi hermano paso el balón hacía delante a un compañero, aunque no tardó en volver a pasarla ya que estuvieron a punto de derribarlo. Miré con quien podía encararme, pero joder eran todos putos armarios.