Sangre [SANGRE & ACERO #1]

Capítulo 49 - Nada volverá a ser lo mismo.

Abrí los ojos débilmente, dejando que la claridad se apodere de los mismos.

Mi cabeza, la cual estaba apoyada en el regazo de alguien, dolía demasiado, pero no me importó.

El ruido proveniente del motor del vehículo me dio una idea de dónde estaba.

Levanté la cabeza, encontrándome con la mirada fija de James enfrente mía, debido a la colocación de la furgoneta de la Orden.

Miré hacia arriba, encontrándome a mi hermano, profundamente dormido.

En su otra pierna estaba tumbada Irina.

Dirigí mi vista hacia la izquierda.

Sus ojos, más azules que de costumbre me miraban fijamente, no pude descifrar sus pensamientos.

Me levanté cuidadosamente, acercándome hacia el, sentándome a su lado.

Ninguno de los dos se atrevió a hablar por un rato, solo miramos al frente.

Bajé la mirada a la herida de su pierna derecha, la cual yo misma causé.

- Lo siento. - Pronuncié finalmente.

- No te preocupes, en un par de días estará como nueva.

Asentí, volviendo mi vista al frente.

- ¿Cómo me encontrasteis?

- Grayson lo hizo, estabas dormida.

- ¿Y Adams? - Me atreví a preguntar.

- Arrojamos su cuerpo al mar por el camino. - Se hizo de nuevo el silencio. - Ya has conseguido lo que querías, ¿Te sientes mejor?

Me pensé bien la respuesta. ¿De veras me sentía mejor?

Lo único que sentía en mi interior era un vacío, un vacío inmenso, sin encontrar ninguna razón.

- No. - Contesté al rato, provocando un suspiro por su parte.

- ¿Eres consciente en la cantidad de veces que has puesto tu vida en peligro en el día de hoy? - Rió un poco, quitándole hierro al asunto.

- Supongo que muchas. - Me reí un poco.

- No vuelvas a hacerlo. - Se puso serio de repente. - No podría soportar perderte.

Me acerqué más a él, dejando que me abrazase, apoyando mi cabeza en su pecho.

- Te quiero. - Me susurró.

Levanté la cabeza para poder mirarlo, esos ojos azules que tanto me gustan ...

Me acerqué más a él, juntando nuestros labios.

Era un beso lleno de dulzura, de sentimientos.

Es increíble como una persona, totalmente desconocida al principio, puede llegar a tu vida, ponerla patas arriba, y convertirse junto a tu familia, uno de los pilares que soportan tu vida.

- Que bonito. - La voz de mi hermano se hizo presente.

Levanté la mirada, encontrándome con un sonriente Aiden junto con Irina, más sonriente aún.

Se levantó acercándose a mi.

Por un momento le di las gracias a las grandes dimensiones del vehículo el cual era más grande que una furgoneta.

Me cogió de las manos, levantándome.

- Con tantos líos seguro que se te ha olvidado, hasta casi se me olvida a mí. - Sonrió triste.