Sangre [SANGRE & ACERO #1]

Capítulo 48 - Todo tiene un final.

- Como se te ocurra dar un movimiento en falso te vuelo la cabeza. - Su voz resonó en mi cabeza.

Calculé las posibilidades de escapar con vida de esto, y eran nulas.

- Acompáñanos, alguien quiere verte.

No dije nada mientras los dos hombres me dirigían hacia la planta de abajo, para después hacerme arrodillarme en medio de un salón.

Una figura no tardó en hacerse aparecer en el salón.

La reconocí de inmediato.

- Sabía que eras necia, pero no tanto como para venir sola. - La asquerosa voz de Adams se filtró por mis oídos hasta llegar a mi mente, corrompiéndola de odio.

Me limité a mirarlo fijamente, deseando que un cuchillo se incrustase en su frente.

- ¿Sabes? Tengo que darte la enhorabuena por tu valentía todo este tiempo, una pena que vaya a ser en vano. Disfruté cortándole el cuello a tu padre, lo admito. Pero me va a gustar más pegarte un tiro en la cabeza.

Mi odio y rabia aumentaba por momentos.

- Has sido todo un incordio este tiempo, enhorabuena, pero aquí se acaba tu historia.

- Tú eres el único que vas a morir hoy. - Solté mirándolo fijamente.

Todos en la sala, incluido Adams empezaron a reírse fuertemente.

- Estoy seguro que eso es lo que piensas, joven Parker. Sin embargo, eso no va a pasar.

Se acercó a mi, mirándome como si fuera inferior.

- Primero,voy a matarte a ti, seguido de esa puta que tengo en el piso superior. Después, voy a ir a por tu hermano y tu madre, y cuando acabe con ellos, buscaré a tu novio el chupasangre y a toda su familia, para verlos arder.

Se paró un momento, andando hacia atrás.

- ¡Se me ha ocurrido una idea mejor! - Exclamó con una sonrisa escalofriante. - Voy a dejarte con vida hasta el final, así podrás ver como todos mueren. - Finalizó, sonriendo. - Llevadla al patio trasero, la mataré allí, así no ensucia el salón con su asquerosa sangre.

Hizo una seña y uno de sus guardaespaldas se acercó a mi.

Aproveché la situación, y saqué el pequeño cuchillo de mis zapatos, levantándome rápidamente para coger al hombre por el cuello.

- ¡Un paso en falso y lo mato! - Grité colocando el cuchillo en su cuello.

Todos levantaron sus armas, apuntándonos.

Adams se quedó mirándome, impasible.

- ¿De verdad crees que la vida de esa sabandija me importa en lo más mínimo? - Escupía más veneno por la boca que palabras. - Mátalo, no me importa en lo más mínimo.

Sujeté el cuchillo más fuerte en su cuello.

¿Y ahora que?

El sonido de una pequeña explosión junto con disparos me alertaron más aún.

Todos miraron hacia todos lados, con miedo.