Capítulo 47 - Joder.

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PUNTO DE VISTA DE RYAN

- Id yendo, yo voy a llamar a unos cuantos más. - Dijo Sophie.

Asentí, y salí de la sala junto con James y Aiden.

Nos dirigimos a la armería, para prepararlo todo.

Es increíble la inmensidad de armas que se encontraban en esa sala, de todo tipo.

Pasé el dedo por las hojas de plata, quemándome al instante por el tacto.

- Voy a ... necesito despejarme un rato. - Comentó Aiden.

- ¿Estás bien? - Le pregunté.

- Sí, solo ... solo necesito pensar.

Asentí, observando como se iba, dejándonos a mi y a James en la misma habitación, genial.

Nos quedamos en silencio, mientras seguíamos observando las miles de armas allí colocadas.

- Te dije que no te acercaras más a ella. - Soltó al cabo de un rato.

Solté una risa seca.

- No eres nadie para prohibirme acercarme a ella.

- La llevo protegiendo desde que era una niña, sí soy alguien para prohibirte acercarte a ella.

- Ya no es una niña, James. Sabe protegerse sola, no te necesita, cuanto antes lo asimiles mejor.

Se hizo el silencio por unos instantes.

- ¿Y a ti si te necesita? - Soltó acercándose. - Lo único que has echo desde que la conoces es hacerla sufrir y confundirla, no la mereces.

Me giré, encarándolo.

- Quizás no, quizás tu la trates mejor, incluso la puedas hacer mas feliz. - Hice una pausa, para elegir las palabras correctas. - ¿Pero sabes que? Me ama, a mi, cuanto antes asimiles eso, mejor también.

Su mirada desprendía un odio increíble, pero la verdad me importaba una mierda.

Sophie es mía, la amo, como nunca he amado a nadie, y ella también a mi.

Quizás no sea el mejor novio del mundo, pero lo intento.

- Como derrame una lágrima más por ti ...

- No lo hará. - Le interrumpí.

- Oh, claro que lo hará, y estaré ahí para darte una paliza.

- Me la mereceré. - Terminé la conversación, girándome para volver a fijar mi vista en las armas.

La puerta se abrió rápidamente, dando un portazo.

- Ryan, te han robado el coche. - Una voz agitada irrumpió en la sala, Aiden.

Fruncí el ceño, saliendo corriendo, dirigiéndome al parking.

En efecto, mi coche no estaba.

Metí mis manos en mi bolsillo, mis llaves tampoco.

Sangre [SANGRE & ACERO #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora