Capítulo 5 - Los Price

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Una semana. Una puta semana y aún casi ni me hablo con mi hermano, y mucho menos con mi madre, mi vida se estaba volviendo una mezcla entre aburrimiento y soledad increíble. Me había distanciado de Luke, el cual se pasaba el día con el grupito de mi hermano, incluso sentándome sola a la hora de comer, mi único apoyo, aunque suene raro, era James. Sí, James.

Habíamos hablado mucho esta última semana, le había preguntado todo sobre la hermandad y las pruebas que tenía que hacer si quería unirme.

No es que lo tenga claro, pero quizás es mi destino, mi vocación.

El timbre sonó, indicándome que debía ir a la siguiente clase. Así que cogí mis cosas y salí del aula de camino a la clase de Francés.

-Vaya vaya, si es la desaparecida. -Me giré, encontrándome a Luke.

-Me has asustado idiota. -Le sonreí, mientras se apoyaba contra el casillero.

-Déjate de tonterías y siéntate con nosotros hoy, te echo de menos. -Su sonrisa me derritió al instante, ¿como podía ser tan mono?

-Sigo sin hablarme con mi hermano, no pienso compartir mesa con él.

-Ya veremos. -dijo para después despedirse con con un guiño.

Me di cuenta de la hora y prácticamente corrí hasta la nueva aula, ya llegaba tarde.

Sin pensármelo abrí la puerta de golpe, encontrándome con toda la clase ya sentada y el profesor mirándome con cara de asesino.

-Esto ... ¿lo siento?

-Siéntate antes que me plantee dejarte fuera toda la hora. -Dijo con ese acento francés que a mi, me mataba de risa.

Que manía me había cogido en una semana.

Miré a los asientos libres, sólo habían dos, uno al lado del rarito de la clase que a veces le da por clavar cosas a las personas y el acosador del bosque.

Opté por el acosador del bosque.

-Hola. -Sonreí al sentarme, ¿porque estoy siendo tan simpática?

-Sólo siéntate y ni se te ocurra hablar en toda la hora.

Joder, Mr.Simpatía aquí presente.

Los minutos pasaron demasiado lentos para mi, no podía parar de mirar el grano en toda la frente que tenía el profesor, causándome risa, así que preferí hablar con mi compañero el simpático.

- ¿Desde cuando estas en este instituto? No recuerdo haberte visto nunca.

-Este es nuestro primer año. - ¿Ha dicho nuestro?

-Tienes hermanos? -Me siento einstein

-Sí, 4. -Joder, 4 hermanos.

-Todos de tu edad? -Fruncí el ceño, dándome cuenta de la tontería que acabo de preguntar.

-Somos dos de 17, 18 y 19. -Me quedé perpleja, nunca se me habían dado muy bien las mates, pero sabía de sobra que eso no cuadraba.

-El otro de 17 ... ¿Sois mellizos?

- No, no lo somos, ¿vas a callarte ya? -En otra situación me hubiera ofendido, pero tenía demasiada curiosidad.

-Pues sí que tenía prisa tu madre. -Comenté, viendo como sus ojos volaban a mí, lo ignoré y seguimos con la clase.

Después de 20 largos minutos desde nuestra última conversación, sonó el timbre, dando paso a la hora del recreo.

Sangre [SANGRE & ACERO #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora