Capítulo 31 - Prométemelo.

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Un fuerte dolor en la cabeza hizo que me despertara, intentando levantarme débilmente.

Llevé mi mano a la cabeza, notando un pequeño flujo de sangre en la misma.

Mierda.

Me ayudé con la pared para poder levantarme y obeservé el entorno.

Estaba oscuro pero podía ver algo.

Estaba en una celda, las paredes, sucias y viejas iban a juego con los barrotes, oxidados.

Pude ver un cuerpo tendido en el suelo, débil y pálido, y me di cuenta que era Ryan.

Me acerqué a él, levantando su cabeza, esperando ver sus preciosos ojos azules, y asegurarme que estaba bien.

Pero eso no pasó.

Unos ojos rojos, me sorprendieron, haciendo que me alejara de él rápidamente.

- No te acerques a mi, por favor. - Su voz sonó débil, cansada.

- ¿Que te han echo? - La voz se me rompió al decir la frase, me rompía el alma verlo en aquel estado.

- Es increíble la naturaleza de los vampiros, ¿Verdad? - Su asquerosa voz resonó en mis oídos, dándome de nuevo esas ganas de vomitar tan indeseables. - Cuándo no tenemos suficiente sangre en el organismo, nos volvemos salvajes, descontrolados. Incluso podemos hacer daño a gente que ... nos importa.

Fijó su mirada en mi, entendiendo lo que quería provocar.

Me volví a acercar a Ryan, colocando mi brazo cerca de él.

- Muérdeme. - Me miró cómo si estuviera loca. - Necesitas sangre.

- No creo que pueda parar, no quiero hacerte daño. - Sus ojos, ahora de un tono rojo, me miraban fijamente, y su cuerpo más tenso de lo que nunca lo había visto, se contenía a él mismo. - ¿Ves esas cadenas?

Asentí, viendo unas cadenas oxidadas justo detrás de mi.

- Átame.

- ¿Cómo?

- Átame, ahora.

Me levanté, cogiendo las cadenas y poniéndoselas alrededor de las manos, atándola a un barrote.

- Ahora no te acerques a mí, ponte en la otra punta de la celda.

- Ryan, esto no es necesario, yo sé que nunca me harías daño.

- ¡ALÉJATE! - Sus ojos se volvieron de un rojo más intenso mientras me gritaba, dejándome paralizada.

Dí unos pasos atrás, quedando contra la pared.

Me acurruqué en mi misma, sintiéndome sola, desprotegida.

Necesitaba a Ryan, y él ... bueno él no era él en estos momentos.

- ¿Crees que esas cadenas van a hacer algo? En cuánto su hambre aumente, se acercará a ti y te degollará, igual como yo hice con tu padre.

Intenté controlarme, cerrando los ojos, aguantando las lágrimas y la rabia.

- ¿Te crees que tienes apoyos? Estás sola Sophie. ¿Crees que te quiere? - Miró hacia Ryan. - Te abandonará en cuanto pueda, por segunda vez. ¿Y James? Está manipulado por el presidente, que a la vez está manipulado por mi. - Abrí los ojos, colapsando con tanta información. - ¿Crees que tu padre tenía aliados? Estaban todos deseando que muriera, solo he echo un favor, con la ayuda del presidente, claro.

- Os voy a matar, a los dos. - Aseguré clavando mis ojos en los suyos.

- Eso si tu novio no te come antes. - Sonrió, saliendo la sala.

Sangre [SANGRE & ACERO #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora