Sangre [SANGRE & ACERO #1]

Capítulo 33 - Juicio

Volví a tirar la pequeña pelota de tenis contra la pared, volviendo así a mi.

- ¿Quieres para de una vez? - Habló Aiden desde la otra punta de la celda.

- He estado en 2 celdas diferentes en 48 horas, ¿de ser un récord no? - Soltó Ryan sonriente.

Me levanté, mirándolo mal.

- Era una broma. - Se encogió de hombros, volviendo su vista al frente.

Después de matar al presidente nos redujeron y nos apresaron, cómo era normal.

Debería de haber planeado mejor todo esto.

Les habíamos combatido y gritado mil veces que era un traidor, pero no nos escucharon.

Miré a James, quién se había limitado a tumbarse mirando el techo, sin hablar con los demás.

Me acerqué a él y me tumbé a su lado. Imitando su posición, miré al techo.

Giró la cabeza para mirarme, confuso.

- ¿Que haces?

- ¿Que haces tú? - Contraataqué. - Un día estás bien, otro no hablas.

- No creo que sea el momento ni el sitio para discutir esto. - Dirigió su mirada hacia Ryan, quién nos miraba cuidadosamente.

Sabía que no le gustaba que estuviera cerca de James, pero eso no significa que tenga que hacer lo que él quiera.

- Creo que es el momento perfecto. - Volví a girarme para mirar a James.

- No lo es. - Se levantó de mi lado, dirigiéndose hacia los barrotes.

Resoplé, poniéndome en pie acercándome a Aiden.

- ¿Cómo estas? - Pregunté sentándome a su lado, apoyando mi cabeza en su hombro.

- He estado mejor. - Sonrió de lado.

- ¿Sabes? Si alguien me hubiera dicho el año pasado que dentro de un año estaría en una celda de una asociación de caza vampiros por matar a su presidente me hubiera reído en su cara.

- Yo me habría mudado de país y cambiado de nombre. - Bromeó, haciéndome reír un poco. - ¿Lo quieres? - Cambió de tema bruscamente, mirando a Ryan.

Lo busqué con la mirada, encontrándomelo mirándome fijamente, cómo siempre.

- Sí, lo quiero.

- Entonces supongo que no puedo golpearle. - Reí ante su cambio brusco.

- No, no puedes.

Cerré los ojos un poco, dejando que la oscuridad se apoderase de todo.

Estaba agotada.

- ¿¡Que cojones habéis echo?! - Un grito me despertó de mi trance.

- Irina, tiene explicación. - Se apresuró a decir mi hermano.

- Os van a hacer el juicio, ahora. - Su cara derrochaba preocupación.

Se acercaron dos guardias, abriendo la celda.

Nos pusimos de pie de inmediato, acompañándolos.

Ryan se posicionó a mi lado, agarrándome la mano.

Al menos si iba a morir hoy moriría rodeada de la gente que quiero.

No estoy segura si eso es bueno o malo ...