Capítulo 20 - El gran día (parte 2)

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- Sophie, vamos tienes que calentar. - su voz ronca me despertó.

- ¿No calentamos suficiente anoche? - le respondí esperando su reacción.

- Tus pruebas son en 3 horas exactamente, el tiempo suficiente como para despertarte, desayunar bien y calentar antes de ir.

- Vale, ya voy.

- Te espero abajo. - Contestó levantándose.

Me levanté de la cama, abriendo las cortinas dejando que la luz llegara.

Acto seguido metí en el baño, lavándome la cara y los dientes. Me observé un poco mejor.

Estaba horrorosa.

Sin más dilación baje las escaleras, encontrándome con un Ryan ligeramente despeinado en boxers, haciendo lo que parecen ser crêpes.

- Bonitas vistas. - Dije llegándo a su lado, dándole un golpe en el culo.

- Si quieres tocar tienes que pagar. - Bromeó con voz de pija de Beverly Hills.

No pude evitar reirme, abrazándolo por detrás.

- Te quiero. - Susurré en su oído.

Se dió la vuelta, empujándome más contra él, besándome con ferocidad.

Le correspondí el beso, cogiéndole de la nuca, apretándolo más contra mí.

- Sophie, dile a tu hermano que .. - Interrumpió mi madre, me eché hacia atrás instintivamente.

- Bueno .. no importa casi mejor te lo digo más tarde. - Contestó saliendo de la cocina como alma que lleva el demonio.

Nos reímos ante la reacción de mi madre, la cual había prácticamente corrido fuera.

- Se te va a quemar los crêpes. - Dije aún entre risas.

- Mierda. - Contestó con cara de preocupación, sacándolos rápidamente de la sartén.

- ¿Están buenos? - Me preguntó tenso una vez ya sentados.

- Buenísimos. - dije saboreando los deliciosos crêpes.

- Eres la primera para la que cocino. - confesó mirándome con intensidad.

- ¿Nunca has cocinado en tu casa?

- Bueno .. una vez lo intenté. Anna me lo prohibió cuándo casi quema la cocina. - Soltó encogiéndose de hombros.

Solté una sonora carcajada.

- ¡¿Casi quemas la cocina?! - Pregunté incrédula.

- Tu también no, los chicos estuvieron haciendo bromas sobre eso 3 años enteros. - Dijo riéndose.

Seguí riéndome, ya tenía algo mas con lo que meterme con él.

- Cuando sonríes me pones más todavía de lo que ya lo haces normalmente. - Soltó de la nada.

Frené en seco de comer, al casi atragantarme con un crêpe.

- ¡Te he dicho que no digas esas cosas de golpe!

Sangre [SANGRE & ACERO #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora