Sangre [SANGRE & ACERO #1]

Capítulo 7 - La casa de los Price

- Sophie .. Sophie despierta, ya es la hora.

Abrí los ojos con cuidado, acostumbrándome a la luz.

James se había quedado a cenar, y habíamos hablado de todo, de como mi madre lo conocía, sabía del trabajo de mi padre, y al parecer mi hermano también. No habíamos solucionado nada, pero al menos ya no me sentía tan estúpida.

Me levanté, me duché y salí de casa, sin desayunar y sin esperar a mi hermano. Necesitaba ir sola, pensar en todo.

El pitido de un coche me sobresaltó, apartándome de mis pensamientos.

- Porque vas sola? - Bajó la ventanilla, y me pude fijar en Ryan, y esos ojos azules que tantos sentimientos mezclados me producían.

- Tengo ganas de andar. - Contesté secamente.

- Sube. - Ordenó

- No gracias prefiero ir andando.

- He dicho, que subas. - La frialdad con la que lo dijo hizo que se me helara la piel, así que preferí obedecerle.

- Gracias. - Llegué a decir una vez que estaba dentro.

No contestó, simplemente se limitó a asentir mientras volvía a poner los ojos en la carretera.

Me pude fijar mejor en su perfil, y joder que perfil.

- Admirándome? - Soltó de repente y una sonrisa de autosuficiencia se puso en su cara.

La primera vez que lo veo sonreír y es por creído.

- Solo pensaba como alguien puede ser tan feo. - Me limité a decir.

Soltó una pequeña carcajada, girándose para mirarme un segundo, y después volver a fijar su mirada en la carretera.

No hablaba así que decidí abrir yo un tema de conversación.

- Sueles recoger a desconocidas?

- Sueles subirte en coches de desconocidos? - Fruncí el ceño, ahí me ha dado.

- Bueno no eres un desconocido del todo. Estás en mi clase de Francés y de vez en cuando me sigues en bosques. - Traté ser un poco graciosa.

No dijo nada, simplemente continuó conduciendo.

- Y ... Porque no te llevas bien con James? - Esa pregunta me estaba matando, y necesitaba saberla.

- Nuestras familias nunca se han llevado muy bien que digamos.

Preferí no contestar, vaya tontería.

- Bájate, no quiero que me vean llegando contigo. - Dijo antes de llegar al instituto.

Fruncí el ceño, quien coño se cree?

- Te doy vergüenza?

- Simplemente no quiero que me vean contigo, bájate, ya.

- Gilipollas. - me limité a decir mientras bajaba del estúpido coche. Quien coño se a creído?

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La mañana pasó jodidamente lenta, y aquí estaba, decidiendo si entrar o no a la última clase. Francés.

Tenía que verle la cara al gilipollas de mi compañero de nuevo, genial.

Me decidí y entré en la clase, tomando asiento dónde siempre, Ryan aún no había llegado, genial.