Capítulo 19.

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Taehyung se había pasado el resto de la tarde buscando webs de quedadas gays(y no para tomar un café precisamente) que estuvieran cerca de él.

Y encontró una perfecta. Descripción: alto, musculoso, versátil, veinticinco centímetros..., un Dios según el perfil.

"¿25 cm o es un montaje?" comentó en una de sus fotos. Y recibiendo respuestas positivas y la buena suerte de que aquel individuo se ofrecía a ir a su casa, decidió aceptar.

Se metió en sus vaqueros de cuero negro favoritos y se puso una camiseta sin mangas blanca antes de perfumarse.

Se miró al espejo y suspiró orgulloso. "Yo te follaría." Se dijo a él mismo.

Después de una no tan larga espera, el timbre se hizo sonar.

Se dirigió hasta el telefonillo y sin esperar respuesta dijo con la voz más grave que pudo poner.

- Último piso.- soltó el botón y se desordenó el cabello. Fue a la cocina y despejó la encimera, nunca se sabe.

En eso estaba cuando escuchó tres fuertes golpes.- ¡Ya voy!- con una sonrisa en la cara abrió la puerta, rodando los ojos y soltando un chasquido de lengua cuando vio de quien se trataba.- ¿Qué haces aquí?

- Necesito hablar contigo.- respondió automáticamente el pelinegro.

- Estoy ocupado.- iba a cerrar la puerta cuando divisó a su polvo de aquella noche subiendo las escaleras.- Mierda...- dijo él, pues ahora tendría al menor dándole el coñazo.

- La puerta se iba a cerrar, así que me he colado.- y entró al piso cruzando miradas con Taehyung. Miradas con una notable tensión sexual.

El hombre, después de observar el piso y comentar lo bonito que era, dirigió su vista a Jungkook.- ¿Quién es?

- Nadie, ya se iba.- Taehyung se volvió a acariciar las sienes por séptima vez. Menudo dolor de cabeza.
- No me importaría hacer un trío.- contestó el recién llegado lleno de tatuajes.- Aunque... es demasiado joven.

- ¿¡Quién es él?!- gritó Jungkook.
Taehyung bufó. Entre el mañaco, el seguro del bebé, la empresa... el dolor de cabeza solo iba en aumento.

- Oh, perdóname por no haberos presentado.- sonrió irónicamente.- Jungkook, este es Don Polla Grande, Don Polla Grande, este es Jungkook.

- Me llamo Seok.
- Sí, perdón... Seok Polla Grande.- miró a Jungkook, quien tenía los ojos llorosos.- Ahora largate.

Aguantando aquel nudo en la garganta, Jungkook corrió a toda prisa escaleras abajo.
- No deberías haberlo echado así.- lo miró el tal Seok.

- Oh, ¿ahora Don Polla Grande tiene un lado paternal?- el mencionado rodó los ojos.
- Es peligroso. Ya sabes, un adolescente, solo en la calle, a estas horas...- Taehyung lo miró con molestia y después de pensarlo bien, decidió bajar.

- No. Robes. Nada.- sentenció antes de bajar. Al salir por la puerta se encontró a Jungkook apoyado en una farola frente al edificio.- Jungkook.- al escucharlo este empezó a andar en dirección a su coche, aparcado justo al lado.- Oh, venga ya, acabo de dejar a un completo desconocido solo en mi casa por ti, al menos escúchame.- decía mientras iba tras él.

- Qué.- Jungkook se dio la vuelta con lágrimas es sus mejillas.

Taehyung no pudo evitar el impulso de sujetar su rostro con sus manos y limpiar sus lágrimas.

Había echo llorar antes a otros chicos, pero este niño era demasiado inocente.

- Escucha. Lo que pasó aquella noche pasó. Y nada más. No me van las relaciones, y soy una mierda de persona, así que olvidate de mi.- habló suavemente acariciando sus húmedas mejillas con los pulgares.

- ¿Por qué me haces esto?- Jungkook apartó sus manos de él y lo volvió a mirar a los ojos.
- ¿Hacer el qué?

- Ilusionarme. Primero me tratas bien y gentilmente, luego me dices cosas hirientes y ahora me hablas tan calmadamente mientras me acaricias de esa forma. Vas a hacer que acabe más enamorado aún.- sollozó el menor.

Taehyung lo miró sin saber que decir.

Agarró su rostro de nuevo y lo besó.

- Considéralo como un beso de despedida.- pero lo que Taehyung no sabía es que ese suave beso había sido fatal para Jungkook.

- ¿Sabes qué? No. No me voy a rendir...- musitó el menor en un tono algo autoritario.
- ¿Qué?

- Que no me voy a rendir, Kim Taehyung.- el mayor rió divertido al ver las pequeñas mejillas de Jungkook hinchadas de aire y un ligero tono rosado.
- Ya, lo que tú digas, niño.- volvió a reír.

- ¡Y no soy un niño!- gritó abriendo la puerta del coche y metiéndose en él, medio enfadado medio avergonzado, y más escuchando la sonora risa de Taehyung desde la calle.

Arrancó el vehículo y se maldijo a si mismo. "Mierda..." Pensó. Pues realmente había dicho eso sin pensarlo.

Todo era culpa del tacto en sus mejillas, ese que le produce escalofríos cada vez que lo siente. Ese tacto.

El de las frías manos de Taehyung.








Ay, ¿les gustó? Decidí escribirlo hoy porque me aburría mucho, así que.... pum. Aquí lo dejo.
#VKookShippers ♡ Aquí el Alien Nat se va a ver pornA dormir.

Cold Hands Donde viven las historias. Descúbrelo ahora