Capítulo 28

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Después de desayunar y de que Taehyung fuera lo suficiente atacado con burlas cariñosas, Jungkook tocó el brazo del mayor llamando su atención.

- Taehyung.- esto lo miró.- Ya es tarde...
- Sí, te llevaré a casa.- recogió su americana negra y agarró al menor de la mano para llevarlo al coche.- Adiós chicos.- el resto se despidió con la mano y leves despedidas.

Se metieron en el jeep recién pintado de nuevo y Jungkook tosió en cuanto arrancó.
- Oye Taehyung, si alguna vez necesitas desahogarte con alguien, si necesitas llorar...

- Yo nunca lloro.- el pelinegro notó el frío en su tono y como había tensado su agarré en el volante fijando su vista en la carretera.

Entendió que había metido la pata y cerró la boca.- ¿Dónde vives?
- ¿Cómo?- era verdad que no lo había oído, o le parecía muy asombroso que Taehyung le preguntara por su vida.
- Que dónde vives, tu dirección, no puedo llevarte a casa si no sé dónde está.

- Oh... cierto.- se lo imaginaba, era imposible que fuera eso. Después de idicarle y llegar a la calle en la que vivía, el mayor bufó.

Era uno de esos barrios "heteros" perfectos en los que el padre de la casa se va a trabajar después de desayunar con su encantadora familia, los hijos se van al instituto felices y todo es genial.

Pero él sabía que las cosas no eran así en realidad. El maltrato, la presión, los gritos de media noche entre tus padres... En cierto modo, Jungkook le daba pena. En ese mundo, si eres gay, no puedes ser feliz. Y él lo sabía demasiado bien.

- ¿Es esa tu casa?- preguntó al ver una bicicleta tirada en el césped.
- Sí, y por lo que veo a venido Miki.

Honoka Miki era una amiga, que también era su vecina. Japonesa, algo menor que él que por alguna razón, que en realidad era obvia, venía de visita a su casa la mayoría del tiempo.- Bueno... Adiós.- fue a salir del coche, pero Taehyung lo agarró del antebrazo.

Aprovechando el hecho de que en ese momento no había nadie que pudiera burlarse de él, tiró del menor hacia dentro para besarlo.

Sus dientes se chocaron, atrapando sus labios. Jungkook soltó un pequeño quejido de dolor y su labio, ahora cortado, empezó a sangrar ligeramente.

Notando el característico sabor metálico, lo separó y lamió su labio inferior junto al del pequeño.

- Adiós, niño.- rió y se marchó, dejándolo atontado en la acera con el labio roto y sangrante.

Volviendo a la realidad, un enfado lo hizo querer gritarle, y lo hizo.
- !No soy un niño!- chilló a la nada. Suspiró y andó arrastrando los pies hasta la puerta de su casa.

Entró y se encontró con su padre sentado en el sillón del salón viendo la televisión. - Estoy en casa...- dijo, recibiendo tan solo una seña de parte de su padre.

- ¡Jungkook!- gritó Jin bajando rápidamente las escaleras a pasos grandes al borde del tropiezo.- ¿Dónde has estado?¿Te han hecho daño?¡Me tenías muy preocupado!- preguntaba agarrando su rostro.

- Estoy bien.- vio como Honoka le miraba inexpresiva desde las escaleras al piso de arriba y apartó la mirada.- Hola Miki.
- Hola.
- ¿Qué tal estás?- ella bajó la cabeza.
- Bien...- Jungkook asintió y miró a Jin a los ojos, todavía esperando una respuesta.

- Te lo contaré fuera.- Seok asintió y salieron al jardín de su casa, asegurándose de que su padre no les pudiera escuchar. Ni él ni nadie.

- ¿Qué me vas a contar?- preguntó Jin algo impaciente.
- Eh...- no le iba a contar la verdad, ni de coña, pero no se le ocurría mucho más que decirle.- Las noches en las que supuestamente estaba con So Min, no lo estaba con ella.

Jin especuló un "¡No me digas!" irónicamente. El menor empezaba a notar como sus manos sudaban y como su ritmo cardíaco aumentaba.

Miró la puerta de su casa y observó como la cortinilla de una de las ventanas del salón se movió rápidamente.- He salido a beber... con unos amigos...- y quizá esa fue la mentira más tonta que había dicho nunca.

Aunque que deseó que se la hubiera creído.

- Tienes que decírselo a papá.- el menor negó rotundamente.- Jungkook, escúchame. Tienes que hacerlo.

- Jin, por favor, no se lo digas, por favor.- una cosa era mentir a su hermano, y otra cosa a su padre. Y no era capaz de mentir a su padre, pues si luego se enteraba de la verdad, sería mucho peor.

- No va a pasar nada, solo has salido a beber, lo hacen casi todos los adolescentes.- entraron a la casa, con Jung Gil todavía sentado en el mismo sillón y con Miki en el sofá junto a las ventanas. Al menos ya sabía quién les estaba espiando.

- Jin, por favor...- después de recapacitar durante un momento, sucumbió.
- Está bien, pero se lo tendremos que decir antes o después.

El problema es que Jung Gil no era tonto, y que había notado que sus dos hijos sabían algo que no le querían contar. Aparte de que Jin sabía perfectamente que esa no era la verdad.





Bueeeeno. Ya estoy aquí. Este capítulo se lo voy a dedicar a TaePLZ porque me está matando con su fic Bedrooms (os la voy a recomendar si no la habéis leído ya porque a mi me encANTA #spamsito) y pues es una forma de decirle "gracias" y eso. Aparte de cosas del capítulo. Honoka Miki es la exnovia de Jungkook, y está enamorada de Jin, y por eso va tanto a casa, y esas cosas que ya se irán diciendo a lo largo del fic :v pues eso. Bai ♡

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