Capítulo 43.

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-¿Y qué piensas hacer?¿Acaso no eres tú El Gran Kim Taehyung que escoge sus víctimas a su criterio?- dijo Jimin mirándole con sorpresa.

Taehyung apretó el volante y se encogió de hombros.
- Es lo que hay, necesito ese contrato.- soltó mirando la carretera.
- Tiene que haber otra forma.
- No Jiminie.- dijo ajustándose sus gafas de sol.- Son negocios: O te jodes o te joden.

Jimin rodó los ojos y miró por la ventanilla.
- Haz lo que quieras.- susurró más para si mismo que otra cosa.

Taehyung ignoró ese comentario y sonrió.
- Bueno, ¿dónde te tenía que dejar? Quiero irme a casa, estoy cansado.
- En Boulevard Street, pero déjame dos manzanas antes, no quiero que vea que estoy contigo.

Taehyung lo miró aún más sonriente y rió.
- ¿Que no vea quién?
- ¡Nadie! Déjame aquí mismo, me iré andando.- dijo enfadado.
- ¡Jiminie! Muy bien hecho, hace mil que no follas.

Jimin se sonrojó.
- ¡No es una cita para follar!
- Ya claro, y yo soy el hetero más tradicional de todo Seúl.- dijo aparcando el coche justo en frente de Black Coffe.

Jimin se giró hacia Taehyung y le propinó un golpe en el hombro.
- ¡Joder Taehyung!- miró la calle y se quitó el cinturón- ¡Y te he dicho que me dejaras antes!

Jimin salió del coche y pegó un portazo.
- ¡Buena suerte!- rió arracando el coche.
- ¡Kim Taehyung!- gritó cabreado pero sonrojado.

Rendido, suspiró y se dio la vuelta dispuesto a entrar en el local.

Cuando entró, divisó una cabellera negra hablando animadamente con la camarera.

Observó como este se rulaba un mechón de pelo con el dedo mientras sonreía.

Al principio le extrañó, pues no recordaba que tuviera el pelo negro, pero teniendo en cuenta que era la única persona en la cafetería aparte del personal, dio por sentado que era él.

Sí, sin duda era él, su forma de gesticular lo delataba.

Mantuvo los implusos de salir de la cafetería y olvidarse de él, pero se repimió aquello, pues sería una falta de educación extremadamente grande.

Cogió aire y se dirigió a la mesa.
- ¿YoonGi?- dijo tocando su hombro.

Este se dio la vuelta y le sonrió.

"Jo, que guapo es."

- ¡Jimin! Que bien que por fin hayas llegado.- el ahora pelinegro se levantó y lo abrazó.

Jimin pudo observar la cara de la joven y como miraba la escena con una mezcla de asco y celos, pero Jimin ya estaba acostumbrado a miradas como esas.
- Lo siento si he llegado tarde...- dijo sentándose.

Él negó sonriendo.
- No, para nada, yo estaba pidiendo algo y esta chica se ha puesto a contrame su vida.- le dijo al menor en un susurro.- Pero bueno, como iba diciendo, yo quiero un café, con leche condensada.

La chica sonrió y apuntó.
- Yo quiero lo mismo...- dijo Jimin agachando la cabeza.

Esta sonrió a YoonGi por última vez y se fue.
- Dios, que pesada.- Jimin no sabía que decir, tampoco iba a ponerse a insultarla ni nada parecido.- Me he tintado el pelo.- sonrió Yoongi.

Jimin sonrió con ternura y se apoyó con los codos en la mesa (a pesar que su madre siempre le estaba diciendo que era de mala educación).
- Ya lo veo.
- Bueno, ya que estamos aquí, hablame un poco de ti, ¿no?

El castaño suspiró.
- Qué quieres te diga... Lo primero, muchísimas gracias por lo del otro día, si no hubiera sido por ti, a saber dónde estaría ahora mismo...
- Estoy seguro de que cualquiera habría hecho lo mismo.- sonrió cálidamente.

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