Injury by Mink |YoonMin

Capítulo 30

Día 2

Hace un rato que desperté de una larga "siesta" de 7 horas. Llegamos a nuestro destino en la madrugada y desde que llegamos al hotel, he estado durmiendo.

-Oh, cielo! Ya estás despierto, date una ducha y baja con nosotros a comer al restaurant. Imagino que debes tener hambre, cierto? – dice mamá entrando a la habitación – y apúrate porque tenemos muchas cosas qué hacer y muy poco tiempo.

-Aún me siento demasiado cansado! En el avión, ya ni sentía mi espalda – le digo mientras me estiro en la cama. Mamá le baja un poco al aire acondicionado, diciendo que está muy frío pero como estoy en medio de varias sábanas y cobijas, no lo siento.

-No viniste a dormir! Podrás dormir a partir de la otra semana, cuando salgas de la escuela, esta semana está destinada a conocer tanto como puedas. No importa si no vas muy lejos, estás en otro país, cierto? Incluso ver la cara del chico del supermercado de enfrente... eso es algo que no volverás a hacer nunca después de esta semana, así que no vas a quedarte durmiendo, vamos, levántate!

-Osea que ya viste al chico del supermercado de enfrente? – mamá me da dos certeros manotazos en mi brazo, a través de las sábanas, mientras se sonroja un poco.

-Duele!

-Pues, esa es la idea! Respétame, niño malcriado!

-Pero me criaste tú! – respondo y antes de que se devuelva, salgo corriendo al baño y me encierro.

Cuando salgo de este, mamá me ha dejado una nota en la mesa de noche, "estamos en el restaurant, mesa 16".

Me visto con algo abrigado, afuera el clima se ve apagado pero no nieva, al menos eso leí antes de venir aquí. Será mi primera Navidad sin nieve, aunque tenemos familia en Busán, nunca pasamos la Navidad en un lugar que no fuera Seúl; nunca se sintió "bien", así que siempre hacíamos algo en casa y a veces también llegaba algo de familia para estar con nosotros.

Bajo hasta la primera planta y tras divagar un poco, encuentro a mis padres. Están sonriendo, se ven tan alegres y felices...así es como debería ser, no solo estar alegre por cortos períodos sino sentir felicidad, incluso cuando no se está haciendo nada especial, incluso cuando solo estás almorzando con la misma persona a quién has visto por los últimos 20 años...quisiera, yo también quisiera sentir felicidad.

-Mi amor, siéntate! – mamá levanta la mano y pronto pone en práctica su fluido inglés mientras pide lo que he escogido. No es que yo sea malo en eso, es que me pongo muy nervioso y por alguna razón mi lengua no se conecta muy bien con lo que sé y al final termino avergonzándome a mí mismo.

Luego de almorzar, pasamos toda la tarde divagando por los lugares turísticos más cercanos y para mañana, mamá prometió ir a un Museo que ha querido visitar. Por la noche, ya no podía más. Mamá y papá parecían tener todas las energías del mundo, pero mis ojos pesaban y mis piernas dolían, así que luego de convencerlos de que yo estaría totalmente bien a solas en la habitación, ellos decidieron ir a divertirse a un casino cercano.

Me alisto para acostarme y siento que tirarme en esta cómoda cama, es casi lo único que realmente he querido hacer hoy. Estoy exhausto, mis ojos pesan y cuando van a cerrarse por completo, comienzo a pensar, me comienzo a distraer y mi mente se pone de alerta otra vez. Dije que había mucho tiempo para pensar, pero no es así. Sólo tengo una semana aquí, no quisiera gastarla pensando en lo que me espera en Corea. Porque... en parte, ¿para eso son los viajes también, no? Caminar y pensar y actuar como alguien más, sin pensar en la realidad porque la realidad ahora parece algo lejana.

Ayer en el avión, hice el propósito de olvidar quién soy, o mejor dicho, en quién me he convertido y es obvio que una semana no es ni siquiera suficiente para empezar... pero por algo debo iniciar. Trataré de disfrutar mientras estoy aquí, incluso en días como hoy, donde siento que no tengo las energías ni las ganas si siquiera para ir al baño. Trataré de reír y admirar lo que tengo alrededor, intentaré olvidar todo lo anterior. Cuando sienta la necesidad de odiarme, me recordaré a mí mismo que está bien, que no fallé, que no fue mi culpa y luego sonreiré, incluso sé que va a doler, aún más si he detestado esas sonrisas tan venenosas y tan falsas... lo haré, olvidaré, sonreiré, viviré y me diré que solo tengo esta vida, que debo aprovecharla...haré...yo haré...yo...