Capítulo 46: Sankia contra Katrios

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La carroza era escoltada por los guardias que los encontraron en las afueras, viendo la ciudad notaron lo grande y hermosa que era, muy diferente a Edras

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La carroza era escoltada por los guardias que los encontraron en las afueras, viendo la ciudad notaron lo grande y hermosa que era, muy diferente a Edras. La gente vivía normalmente, trabajaban, se reunían tranquilamente y los niños jugaban alegres en las calles, por ningún lado daba la impresión de que una guerra estaba llevándose acabo.

 La gente vivía normalmente, trabajaban, se reunían tranquilamente y los niños jugaban alegres en las calles, por ningún lado daba la impresión de que una guerra estaba llevándose acabo

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- En realidad esto es extraño, todos parecen tan felices. – Menciona Adrián al ver a los comerciantes hablando amenamente.

- Ciertamente, tengo un mal presentimiento de todo esto. – Dijo Norunn viendo por la ventana, Deusa bajo de la segunda planta y se sentó a lado de ella.


Siguiendo el camino indicado por su escolta llegaron a un gran castillo en medio de la ciudad, era muy diferente al de Hércules pues este tenía una estructura feudal con grandes muros y un foso que lo rodeaba, el puente elevadizo descendió permitiéndoles el paso. Uno de los soldados se dirigió a Adrián.

- Es momento de que entreguen el cargamento en la sala del rey, mis compañeros les indicaran el lugar. – Dijo uno de los soldados y se retiro con su grupo.

- Entiendo, déjeme hacer los preparativos. – Adrián saco una herramienta para el transporte de la carroza, era conocida como diablo. Ahí puso el cargamento y siguió a los guardias.

- Disculpen, escuchamos algo extraño antes. ¿Es verdad que estamos trayendo armas? – Pregunto Deusa a las escoltas, estas simplemente fingieron no oírla.

- No lo sé, sea lo que sea, el trabajo solo es entregar el cargamento. El contenido no es responsabilidad nuestra. – Contesto Adrián de forma fría haciendo sentir mal a Deusa.

- Bueno, no nos pagan por interesarnos en esas cosas Deusa. Solo vamos a dejarlo así, será mejor descansar en el pueblo y marcharnos. – Agrego Norunn de forma tranquila.


Llegando al salón del rey se encontraron frente al trono, todo el salón estaba finamente decorado, detrás del trono había una pintura de un muchacho no mayor de 11 años. 

 

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CAMINO: Hacia un cielo azul.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora