Agradecimientos a @GirlGR por la portada, muchas gracias por el tiempo y esfuerzo que le pusiste.
Misteriosas muertes en la ciudad de Ataka, desvelan los misterios de una familia y da inicio a la búsqueda de Adrián...
Despertando después de tres año...
* Este capítulo tiene un vídeo con música para ambientarlo, si gustas reprodúcelo para oírlo. También cuenta con una imagen, la cual es referente al mapa de este fantástico mundo, espero sea de tu agrado.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Un abrasador sol deja ver a la carroza siguiendo el camino trazado por los antiguos viajeros.
Dexias es conocida como la ciudad más grande dentro del desierto, al ser de tipo comercial está constantemente visitada por mercaderes y viajeros que paran en su travesía.
La arena se puede ver hasta donde alcanza la vista, sin embargo, en los límites con el mar se encuentran la otra parte de la gigantesca cordillera, esto ocasiona ciertos cambios climáticos infrecuentes.
El soplido del viento levanta la arena, Adrián está al frente de la carroza y siente como la arena se acerca, él cubre su rostro para evitarse estas molestias. Al separarse de Sebastián, le regalo la ropa que pensaba usar para entrar a Dexias.
- ¡ODIO ESTE CLIMA!... Con todo este calor no da ganas de hacer nada. - Norunn estaba bajando de su cuarto, se le nota cansada de ver solo arena por tantos días.
- Cálmate, quien más está sufriendo es Daniela. Me sorprende que pueda seguir incluso en este lugar. – Dice Adrián sintiendo lastima por el animal.
- El anciano me dijo hace mucho, que Daniela venia de una especie rara de buey, el tamaño, resistencia, y adaptabilidad la hacían ideal para cualquier viaje... Debiste ver lo pequeñita que era ¿Quién pensaría que crecería tanto? – Comenta Norunn recordando a Daniela de novilla, cuando aún podía cargarla.
- Debe ser tan especial como tú.
Adrián analizo lo que Sebastián le dijo de la carroza, agregando las características de Daniela llego a la conclusión de que eran perfectos para el trabajo de Cenit. ¿Acaso esto estaba en tus planes? Pensó.
- Por cierto Adrián, hace mucho que los DeepDigger no aparecen. – Dije Norunn viendo a los alrededores.
- ¿Ah?... Sí, eso paso poco después de entrar al desierto. – Todos los ataques pararon totalmente sin razón alguna.
- En cualquier caso es un alivio... No hubiera querido pelear con esas cosas bajo este sol. - Un sonido recorre la carreta, tratándose del estómago de Norunn.
- ¿Ya tienes hambre? – Pregunta Adrián conteniendo su riza para no hacerla sentir mal.
- ¡QUE NO FUE ESO! – Le contesta avergonzada.
- Bueno, bueno... Sera mejor que duermas, las provisiones que nos dio Sebastián se acabaron en la mañana. Míralo como si invernaras. – La aptitud de Adrián es ahora un poco tosca, pero no lo hace por mala intención.
- ¿ACASO TE PARESCO UN OSO? – Enojada regresa a su cuarto y cierra con furia la puerta. A los poco minutos se quedó dormida por el calor.
El tiempo pasó rápidamente hasta llegar a su destino, cuando estuvo más cerca Adrián noto caravanas provenientes de diversas partes. El camino que seguían todos ellos se unió con el de los jóvenes, así los metieron en un embotellamiento algo bullicioso.
