CAMINO: Hacia un cielo azul.

Capítulo 13: Venganza.

* Este capítulo tiene un vídeo con música para ambientarlo, si gustas reprodúcelo para oírlo.

Un inesperado evento aconteció en la mansión Lombardi, extrañas fuerzas han secuestrado a Lía, la sirvienta a servicio del tío de Norunn. Sus captores piden la renuncia del jefe Ignacio Lombardi para liberarla, estos dejaron una nota con sus demandas que fue leída primero por Norunn.

Ahora la joven muchacha caminaba hacia el lugar del encuentro, la iglesia de San Augurio. Ella es quien está en problemas, el peor escenario posible a sucedido, Norunn fue rodeada por hombres que cubrían su rostro, uno sostenía a Lía quien estaba inconsciente y atada.

- ¿Qué significa esto? – Pregunta uno de los captores.

- ¿No es esta la heredera Lombardi?, hay que ser precavidos. – Murmura otro.

- Vine por propia voluntad. – Responde Norunn, ante lo cual los trúhanes se mostraron desconfiados.

- ¿Debe ser una trampa? No me fio de esto ni un poco... ¿Dónde está Ignacio Lombardi? – Agrega uno de esos hombres apuntando su espada a Lía.

- Espera, en cualquier sentido ella vale más que la sirvienta. Sera mejor tomarla a ella... – Cuando se disponían a dejar a Lía alguien los detuvo, de una esquina salió aquella mujer enmascarada, se cubría con una capucha.

- Ustedes siguen mis órdenes, yo no dejare ir a esa mugrosa. Llévense a ambas ¡AHORA! – Los mercenarios saben por experiencia que algo no está bien, pero no pueden desobedecer las órdenes de sus jefes. Así estos proceden a capturar a Norunn y cargar a Lía.

- Entonces tu estas tras esto, ¿Qué tiene en contra de Lía? No parece un simple secuestro, esto es algo personal ¿No? – Pregunta Norunn furiosa, ella está siendo atada por aquellos mercenarios.

- ¿Personal? Puede ser, pero no me rebajes a compararme con esta vulgar sirvienta. Eso no es de tu incumbencia niña, no te resistas si no quieres que esta plebeya sufra. – Percatándose de su situación Norunn se dejó llevar, sin embargo, ella no parecía preocupada.

Un tiempo más tarde, fue Adrián quien llego al lugar indicado en la nota dejada por el sujeto que irrumpió en la mansión. Adrián no encontró a nadie, en el suelo terroso pudo notar varias huellas y esto lo preocupa.

- Eres muy imprudente Norunn, debiste avisarnos. – Cerca de unas cajas él vio algo brillar, se trataba de uno de los broches que ella llevaba en el cabello junto un pequeño fragmento de ropa, más allá también había otro pequeño pedazo.

- ¿Acaso lo hiciste apropósito? - Siguiendo los pedazos, él tenía el camino trazado para encontrarla.

Lejos de ahí, en las afueras de la ciudad dentro de la cabaña escondida en el bosque, Lía despertaba aun adolorida por el golpe que recibió.

- ¿Dónde estoy?... Mi cabeza... ─ Viendo Norunn ─ ¡SEÑORTIA QUE HACE AQUI! – Preocupada por ella, Lía empezó a desesperarse.

- Me alegro que estés bien... Ellos enviaron una nota amenazando con lastimarte, sus demandas son la renuncia de mi tío a algo así. ¿Tienes una idea de que se trata todo esto? – Lía pudo ver que Norunn no estaba preocupada, la tranquila aptitud de la muchacha la calmo.

- Debe ser sobre el consorcio al cual la familia Lombardi pertenece pero... Es imposible dar con un sospechoso, está compuesto por diversas familias, estas no solo de Trabid sino también de las tierras de occidente y oriente. Cuando el Señor Ignacio se volvió el líder, sortearon ese puesto bajo algún método entre las 15 casas más influyentes. – Le conto Lía intentando buscar una salida.