Capítulo 18: Preludio a la bendición II.

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* Este capítulo tiene un vídeo con música para ambientarlo, si gustas reprodúcelo para oírlo. También cuenta con imágenes, las cuales son referentes a momentos en la historia y se avisara para que puedas verlas, espero sea de tu agrado.

Ayka y Wayta están escoltando a Norunn, la llevan para que sea bendecida por la diosa que adoran. La luna esta en lo más alto del cielo nocturno, las tres terminaron de subir todas las gradas que llevan a la entrada del templo, al final se encontraba las puertas negras cerradas.

- Pronto conocerás a nuestra diosa Norunn, ella siempre recibe con los brazos abiertos a una nueva hija. – Dice Ayka alistándose para abrir las puertas.

- *Suspiro* Tanto caminar me dejo exhausta, mejor descansemos un momento. – Recomienda Wayta haciéndose aire con la mano.

- ¡De ninguna manera! ¡Nuestra diosa no puede esperar! – Se exalta Ayka dejando las puertas cerradas para recriminar a su compañera.

- No es tan mala idea, también estoy cansada por el viaje... – Agrega Norunn rápidamente para ganar tiempo, ella estaba sorprendida por la forma en que reacciono Ayka.

- Está bien... disculpa por exaltarme de ese modo. – Menciona Ayka algo desanimada.

- No hay problema, solo será un momento. — Norunn se fija en los brazos de sus escoltas. — Hace un tiempo me vengo dando cuento de esa marca en sus brazos, ¿Qué significan? – Pregunta Norunn, Wayta sonríe y acercándosele muestra su brazo.

- Mira — Quitándose un adorno en su brazo. — Esta es la marca del convenio con nuestra diosa, es prueba de que somos sus hijas. Pronto también tendrás la tuya, seremos hermanas en una gran familia. – Las últimas palabras preocuparon a Norunn, así se sentaron a un lado de las puertas a conversar.

En una parte alejada, una sombra encapuchada corría en medio de la oscuridad, está rodeando las mazmorras de donde escapo Adrián. Esta misteriosa silueta pasa en medio de las guardias sin ser vista, así llega a las mazmorras donde se sorprende con su hallazgo. Entrando haya a las dos vigilantes inconscientes, como también la puerta arrancada.

- ¿Pero qué ocurrió aquí? – Poniéndose alerta pasa al interior, ahí encuentra a Chanaku sentado frente a la puerta. – Aquella mujer se quita la capucha que la cubría, se trataba de aquella chica llamada Amaya.

- Buenas noches señora Amaya. – Saluda Chanaku, ella mira alrededor percatándose que solo falta el último prisionero.

- Hace mucho tiempo que nadie intentaba escapa, este hizo un gran lio afuera. Debo informarle a Lawra sobre esto, ¿Tú sabes donde esta Chanaku? – Pregunta Amaya acercándose al anciano.

- Él ira a rescatar a su compañera, eso fue lo que dijo... ¿Señora está segura de que es lo correcto? Los anteriores que escaparon solo les importo sus vidas, dejaron atrás a las personas que supuestamente amaban y murieron escapando... Pero este muchacho es diferente, en muchos sentidos y sobre todo él quiere rescatar a su compañera. – Cuenta Chanaku sorprendiendo a Amaya.

- Capturarlo es mi deber, tu sabes que no logro sacar de mi mente, la idea de que algo anda mal en Ilion... ¿Aún lo recuerdas Chanaku? – Dice Amaya trayendo memorias de eventos del pasado.

Un gigantesco obelisco de roca se yergue del suelo, es levantado por unos hombres usando sogas. Arriba se encuentran las vigilantes azotando a los esclavos, esto para subyugarlos.

- ¡HÁGANLO RÁPIDO BESTIAS INMUNDAS! ¡NO TENGO TODO EL DÍA PARA OBSERVÁRLOS! – Grita quien los supervisa.

A lo lejos se puede escuchar los quejidos de los hombres que cargan tan pesada piedra, por el camino se acerca Amaya mirando la labor de los esclavos.

CAMINO: Hacia un cielo azul.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora