Agradecimientos a @GirlGR por la portada, muchas gracias por el tiempo y esfuerzo que le pusiste.
Misteriosas muertes en la ciudad de Ataka, desvelan los misterios de una familia y da inicio a la búsqueda de Adrián...
Despertando después de tres año...
* Este capítulo contiene un mapa (Para ver la imagen más grande, haz clic derecho sobre ella, selecciona copiar url de la imagen, pega la dirección en la barra de direcciones y presiona enter) También con un vídeo de música para ambientación, si gustas pasa a verlos arriba.
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* Gradecimientos a SamHavilliard por el mapa, visiten su perfil pues estoy muy contento con el trabajo y el esmero que le puso a mi pedido.
Es un cálido atardecer en los verdes caminos, suavemente los rayos del sol golpean las hojas de un árbol, bajo este reposa Adrián apoyado en el tronco. Han pasado tres meses desde que dejo Ataka, durante el comienzo de su viaje ha tenido muchos problemas y ahora descansa tras haber escapado de un inminente peligro. Está cansado, agoto todas sus fuerzas huyendo pero ahora que se siente seguro puede descansar tranquilo.
Él tiene una pista sobre una forma de derrotar a Karouso, el ser con el que su hermano se encerró sacrificando su vida. Adrián aún no se ha recuperado de los estragos que sufrieron su cuerpo y mente en el pasado, ahora solo es una sombra del muchacho alegre que solía ser.
Él se quedó dormido abrigado por una manta, entre sueños escuchaba el sonido de unas ruedas acercándose y el bramido de un animal. Una gran sombra detiene frente a él, sin embargo, no siente intenciones negativas de quien llego, lo siguiente que escucha es una voz.
- Buenos días muchacho, si vas a Siro puedo darte un aventón. — Abriendo los ojos observa a un anciano ofreciéndole ayuda, este lleva una vestimenta muy simple, parece un granjero cualquiera y se denota que es muy amablemente.
- Buenos días señor, será mejor que no... Pero gracias por la oferta. — Contesta Adrián entre sueños, está a punto de volver a dormir pero el anciano le insiste.
- Pero faltan al redor de una semana para llegar a pie, además este camino es conocido por los animales salvajes y ladrones, podrías morir fácilmente si no conoces los caminos seguros. — El anciano parece preocupado, pensándolo mejor Adrián tiene una nueva respuesta.
- Tiene razón, necesito descansar mejor para llegar Siro lo más antes posible, no deseo problemas innecesarios. — Parándose algo desganado — Mi nombre es Adrián, es un gusto recibir su ayuda. — Se presenta cortésmente el muchacho, aquel anciano bajo de su gran carroza y le abrió una puerta trasera.
- El mío es Leónidas, vamos entra y siéntete cómodo... — Viendo lo cansado que esta Adrián — Parece que no has dormido bien en mucho tiempo, mientras descansas preparare la cena y daré de comer a Daniela. Puedes dejar tu bolsa en el estante, no te preocupes por nada más. — Diciendo esto saco un plato metálico de gran tamaño. Dentro la carrosa había mucho espacio, era de dos pisos con muchas cosas implementadas.
- No necesita hacer tanto por un extraño, con el aventón es más que suficiente. — El rostro de Adrián se nota cansado, él se apoyó en una de las paredes de la carroza.
