CAMINO: Hacia un cielo azul.

Capítulo 57: Identidad

Las otras tres chicas estaban preocupadas, así que decidieron buscar por los alrededores del bosque señales de Relinda, separándose de sus amigas Carla se perdió cerca de unos árboles.

- Creo que fui por este cami... – Repentinamente alguien tapa su boca y la arrastras hacia atrás.

Las otras dos regresaron a la casa de Klein, pero se sorprendieron al ver a humo saliendo de esa dirección y al llegar encontraron todo destrozado.

- ¿Qué diablos ha pasado? – Exclama Melisa preocupada.

- Me-Melisa... Busquemos a mi hermana y marchémonos, tengo un mal presentimiento...

- ¿Sera esta pequeña? - Alguien sale del bosque y lanzo a Carla al piso quien estaba amarrada y amordazada, volteando a ver eran los hombres que las raptaron de su villa.

- ¡CARLA!... ¡MALDITO!... – Silvia estaba llena de furia al recordar como su pueblo fue masacrado, iba a hacer algo peligroso pero Melisa la detuvo.

- Cálmate Melisa, no hagas algo imprudente...

- Jajaja demoramos mucho pero al fin dimos con ustedes pequeñas. Veamos ¿Dónde está la noble con la que huyeron? – Pregunto Ramiro apuntándole a Carla con su pistola.

- E-Ella se marchó hace poco, dijo que podía permanecer más entre plebeyos. – Respondió rápidamente Silvia.

- Oh... ¿Sera verdad? Quizás necesite una segunda opinión. – Dándole un orden a un subordinado este levanto a Carla por el cabello y pe puso una navaja en el cuello.

- Ahora pequeña dime... ¿Dónde está ella?... – La navaja corto la superficie de su piel.

- No lo sabemos... ella se fue, se los juro... Decimos la verdad. – Melisa estaba aterrada de lo que podía pasar.

- ¿Por qué están tan interesados en ella? – Pregunto Silvia intentando ganar algo de tiempo.

- Jajaja Niña... Eres muy curiosa, pero te lo diré. Ella nos es hija de cualquier noble, es hija del mismo rey de Katrios. Comparada con ustedes su vida vale miles de veces más... Veamos si la muerte de esta chiquilla te hace decir la verdad.

- Por favor, no la lastimes... ¡ELLA SE FUE! - Silvia rogaba porque alguien salvara a su hermana, con la navaja apunto de cortar su cuello las esperanzas se acabaron.

Se escuchó el sonido de algo moviéndose a velocidad por el cielo, esto atrajo la atención e los presentes y desde lo alto cayo la punta de maza color dorada, cayo a gran velocidad golpeando la cabeza del hombre que sujetaba a Carla y clavándose en el suelo, unos hilos dorados salían de este peculiar objeto y se tensaron para jalar Klein llevándolo hasta ella. El muchacho llego golpeando el piso con parte que sostiene en su brazo, así causo que varias piedras salieran arrojadas para dispersar a esos trúhanes.

- ¿Qué rayos fue eso? – Se pregunta Ramiro poniéndose a defensiva, la nueve de polvo que se levantó comenzó a dispersarse y mostro a Klein sujetando en brazos a Carla.

- Llegue justo a tiempo. — Notando la herida en el cuello de Carla. — No voy a perdonarlos por hacerte eso... – Klein ensamblo su arma y ando un salto llego hasta donde estaban Silvia junto a Melisa, la hermana de la pequeña le agradeció entre lágrimas el que venera a ayudarlas. Klein dejo a Carla con esas dos y camino con dirección a los bandidos.